El
doble rasero
Observar la realidad que nos rodea nos permite
detectar un empleo masificado del denominado doble
rasero, es decir del empleo permanente de distintes varas
de medir según los intereses y los pensamientos de cada cual…
Vivimos ofuscados.
Alzamos la voz contra los daños que nos perjudican, pero solemos justificarlos
o no según de quien provengan…
Solemos contemplar las cosas desde
muestro propio yo y repartimos las culpas y las disculpas en función de
nuestras propias reprobaciones o adhesiones.
Y este hecho se da especialmente en el
campo de la política, donde se hace especialmente patente la divergencia y el
doble rasero, según nuestras simpatías o partidismos...
De alguna manera somos víctimas de
pretender vivir con el contenido de una supuesta doble moral que no se
justifica por sí misma, y así nos va…
La situación es grave porque, en
definitiva, atenta contra el principio fundamental de cualquier convivencia: trata
al otro como quieres ser tratado tú…
Cada vez
se tolera menos el hecho de que a uno se le permita romper las normas, mientras
que a otros se les castigue por lo mismo…Es injusto
En definitiva, una persona que aplica
el doble rasero es una persona corrupta.
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