Triunfalismo
/ Derrotismo
Es
muy cierto que todos los –ismos, típico sufijo procedente del griego con
que se configuran ciertas palabras, suelen ser casi siempre ambiguos y poco
precisos.
Triunfalismo
es la palabra que indica la actitud real o incierta de seguridad en sí mismo y
de superioridad respecto de los demás, fundándose casi siempre en la supuesta propia
valía.
El
derrotismo, por su parte, es la actitud de desaliento o pesimismo ante
cualquier empeño.
Y
definidos los conceptos cabe preguntarse: ¿qué domina hoy en nuestra
sociedad? ¿qué domina en nosotros mismos?
Seguramente
no es cuestión de generalizar, pero sí de analizar en qué senda se mueve hoy la
vida que nos rodea y por dónde caminamos cada uno de nosotros.
El
triunfalismo, en general, suele moverse en los engaños de los tópicos y las
alienaciones; y suele huir de la realidad, para configurarla según sus propios
deseos…
Al
derrotismo, por su parte, tampoco le agrada la realidad y se fundamenta casi
siempre en una proyección del propio yo fracasado…
La
vida nos enseña que, en general, la verdadera realidad es siempre una mezcla de
apoteosis y de oscuridad, de pequeños triunfos y pequeños fracasos, y así hay
que aceptarla.
Y
entonces, el mayor engaño consiste, sin duda, en llegar a pensar que los
fracasos y las derrotas no existen; o en creer que, por mucho que nos
esforcemos, ya no hay nada que hacer.
Elija
cada uno.