CANSANCIO
Byung
Chul Han, un profesor coreano afincado en la Universidad de las Artes de Berlín,
escribió en 2012 un interesante libro titulado La sociedad del
cansancio, para denominar algunos de los aspectos con los que se iniciaba
la sociedad del siglo XXI. Y creo que, ocho años después, y sobre todo con la
situación de pandemia que vivimos, de están cumpliendo plenamente sus
predicciones.
Y es
que, en efecto, si miramos a nuestro alrededor, nos encontramos cada vez más
con rostros y más rostros cansados, depresivos y desilusionados.
Cansados,
¿de qué y por qué?, cabe preguntarse, y las respuestas suelen ser variadas y
diversas,
Un cansancio
puede ser corporal o emocional, Nos cansamos por lo que hacemos y, sobre todo,
por lo que no podemos hacer...El cansancio suele radicar más en el interior de
las personas que en el cuerpo...
La
decepción, por ejemplo, es una de las mayores fuentes de cansancio emocional; y
la auténtica decepción es descubrir que las cosas no siempre son como creíamos
que eran o podían ser...
La
situación que vivimos a nuestro alrededor desde el mes de marzo de este año ha
provocado y sigue provocando, sin duda, grandes procesos de cansancio.
El
miedo y la incomunicación, las constantes llamadas a la distancia social y
los alejamientos comunitarios provocan, sin duda, a nuestro alrededor,
depresiones y estados patológicos, a la vez que generan respuestas de rebeldía,
fruto de un cansancio impotente.
Nietzche,
en un momento de la historia, ya advirtió que cuando estamos cansados
somos atacados por ideas que conquistamos hace mucho tiempo...
No
caigamos, pues, en la trampa del cansancio. No tiremos por la borda ideas y
valores que costó mucho adquirir...
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