VERANO 2020
Diríase que anda cada cual ceñido a su ideario para caracterizar este atípico verano de 2020.
Y tras el ideario surge el argumentario:
- Es el verano del Covid-19, porque el virus no se ha ido y anda por ahí de rebrote en rebrote, generando miedos y frustraciones
- Verano de vergüenza para un país que contempla cómo un rey emérito se larga arropado en sus chanchullos y amoríos
- Pues para mí es el verano de una juventud que muestra a las claras sus ansías de juerga y botellón en una sociedad irreflexiva y vacía de valores
- Lo único que ha hecho feliz este verano es que el Real Madrid haya quedado fuera de la champions, exclama un adicto futbolero
- Lo siento, pero yo de lo único que me acordaré, por ahora, de este verano, es que se nos ha ido el último gran cristiano, Pere Casaldáliga...
Voces populares, y voces más críticas que se oyen por doquier en relación a lo que sucede:
- Lo que realmente pasa es que el miedo nos está volviendo locos...
- y ya sería hora de que hiciéramos más caso a los médicos...
- tengamos cuidado porque a los gobiernos autoritarios les va muy bien la desorientación general
- y espera - añade alguien- cuando llegue septiembre, porque la crisis económica será de las gordas y como siempre la padecerán los más débiles...
En fin, ya ven: el patio anda muy revuelto... Y por eso casi es un insulto decirle a uno: que tenga usted un buen verano... O quizá un consuelo por lo de mal de muchos, consuelo de tontos...
Mn. Manel realment un estiu molt complicat, confusió, tristesa, duptes.... La pèrdua de Pere Casaldàliga es molt trista, hem perdut una gran persona, però ens deixa un TESTIMONI, I UNES REFLEXIONS MOLT I MOLT IMPORTANTS I SABIES.
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