Preguntas…
Hoy mi Puntilla quiere evocar la
pequeña anécdota de un joven músico y poeta norteamericano que, a los 23 años
de edad, en el marco de una cafetería, alumbró uno de los himnos más brillantes
de la historia.
Su nombre, Bob Dylan, el título de su
obra, Esto, amigo mío, sólo lo sabe el viento; y el año de composición,
1963.
La
canción se inspiró en un canto que los esclavos que huían de Estado Unidos
cantaban cuando se aposentaban en sus casas, en Canadá…; y más tarde se
convirtió en una canción-protesta contra la guerra de Vietnam… Su autor obtuvo,
por sus letras y sus escritos, el Premio Nobel de Literatura, el año 2016.
Que toda esta introducción sirve para
animar a hacerse hoy todos nosotros algunos de los nueve interrogantes que
plantea la canción de Dylan.
Porque, en efecto, Bob Dylan afirma que
existen (y hoy siguen muy en pie) algunas preguntas cuya respuesta sólo las
sabe el viento, porque es el viento quien se las lleva, ante la
indiferencia de los humanos en afrontarlas y responderlas…
Os invito, por ejemplo, a responder (y
a reflexionar) sobre todo a cuatro de ellas muy actuales:
–¿por cuantos caminos tendrá que
pasar el ser humano sin que nadie le escuche?
–¿hasta cuando tendrán que explotar
las bombas para que no ya no quede ninguna?
–¿hasta cuando un pueblo tendrá que
sufrir por falta de libertad?
–¿cuántas orejas tendremos que tener
para oír llorar al mundo?
Es urgente no renunciar a pensar y proponer
soluciones sobre estos interrogantes…