sábado, 27 de febrero de 2021

RESENTIDOS - La Puntilla, 28 de febrero de 2021

 

Resentidos

Dice el diccionario: resentido: persona que se siente maltratada por la sociedad o por la vida en general...

Y afirma del resentimiento: sufrimiento persistente en disgusto o enfado hacia alguien por considerarlo causante de cierta ofensa o daño sufrido y que se manifiesta en palabras o actos hostiles...

Aludo a estos conceptos siguiendo la sabia advertencia de quien afirmó que antes de hablar o escribir hay que definir las palabras, y es que a raíz de mi comentario sobre las algaradas que se han producido últimamente en las calles de algunas ciudades, no ha faltado quien se haya limitado a analizar el tema con la rotunda afirmación de que se trata de una pandilla de resentidos…

Es cierto que vivimos en una sociedad donde abunda excesivamente el resentimiento individual y colectivo, pero el tema de las manifestaciones va mucho más allá, y uno llega a sospechar que cuando los análisis de liquidan con afirmaciones rotundas y sin aportación de soluciones, son análisis fallidos, o tal vez interesadamente incorrectos.

Hablemos claro por parte de unos y otros: o se hacen diagnósticos limpios, aportando posibles soluciones reales, o seguiremos con situaciones de sociedad fallida. Las mentiras hieren más que las mismas realidades que pretenden esconder…

Vaya, veo que tal vez hoy he pontificado demasiado. 

Por eso lo diré de manera más sencilla y con palabras del gran León Felipe: ya sé que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos… pero no pretendan dormirme con todos los cuentos…

Eso es todo.

 

 

sábado, 20 de febrero de 2021

ALGARADAS - La Puntilla, 21 de febrero de 2021

ALGARADAS

Las calles de diversas localidades catalanas y también de algunas otras españolas se han visto alteradas estos últimos días por algaradas violentas que han causado daños y detenciones.

La causa aducida por los manifestantes es la reivindicación de la libertad de expresión que, según ellos, se ha visto deteriorada, una vez más, por el encarcelamiento de un rapero.

Pero el tema da pie para una reflexión más profunda que tiene aristas y preguntas que es necesario considerar.

Hace unos años había una publicación que cada semana abría sus páginas a la gente joven para que expresara de qué estaban hartos... y su lectura ofrecía una buena ocasión para analizar sus respuestas.

Pues bien, en esta misma línea, podríamos también hoy preguntarnos de qué están ya hartos estos jóvenes que se manifiestan violentamente en las calles, o qué se oculta detrás de su presencia y actividad en los disturbios...

En principio podría pensarse que esta explosión social tiene mucho más que ver con que se haya condenado a un cantante, y no cabe duda de que se están mezclando muchas cosas...

Por ejemplo: – la alteración emocional y psicológica que ha provocado la pandemia particularmente  en la gente joven, sobre todo en relación a sus necesidades lúdicas y sociales;

                    – el oscuro porvenir que se abre en el horizonte juvenil en los aspectos laborales y económicos;

              – la mala ejemplaridad de quienes gestionan la sociedad con notable desprecio de la ley, incumpliendo personalmente las normas que ellos mismos imponen; 

                –  los intereses políticos que subyacen en el fondo de muchas protestas;

         – la ausencia de criterios éticos y morales en la conducta de muchos de los manifestantes...

     ... y añadan ustedes su opinión, pero no se queden en lecturas superficiales y emotivas... La sociedad lo agradecerá...



sábado, 13 de febrero de 2021

CARNAVAL - La Puntilla, 14 de febrero de 2021

CARNAVAL


Oigo a mi alrededor una queja: este año la pandemia ha hundido el Carnaval, pero percibo que este lamento no provoca excesiva nostalgia, y no sólo porque en Catalunya hayamos vivido, de hecho, un auténtico muestrario carnavalesco con ocasión de los mítines electorales...

Y es que más allá del espectáculo jocoso y a la vez deprimente que nos han ofrecido los políticos bien enmascarados en sus falsas promesas, lo cierto es que ahora el Carnaval, y no sólo por culpa del Covid 19, tampoco es ya lo que era...

Cuando el peso del cristianismo en la sociedad era tan grande que las fiestas se configuraban en correspondencia con las celebraciones litúrgicas, era lógico que antes de entrar en la aridez, ayuno y abstinencia de la Cuaresma, el personal aprovechara las vigilias para toda clase de excesos... De hecho, la misma palabra lo decía: Carnaval, del latín carnis avalis, o sea carnes separadas; o Carnestoltas, de carnes toltes, o sea, carnes quitadas... Los excesos carnales tanto en el sexo como en la alimentación quedaban un tanto marginados...

Por otra parte, no es ningún secreto que el Carnaval venía a cristianizar, de alguna manera, fiestas históricas paganas, como las fiestas en honor de Saturno, de Baco, y de otros ídolos de diferentes civilizaciones...

Hoy, sin embargo, en una sociedad eminentemente autónoma y secularizada, podríamos decir que el Carnaval dura, de hecho, todo el año, pero no en los excesos arnales, sino sobre todo en el hecho de enmascararse y disfrazarse de lo que uno no es, o aspira a ser...

 Carnaval es hoy sinónimo de frustración y/o de hipocresía, y en una sociedad donde priva el aparecer por encima del ser,, y el espectáculo asoma a diario en los medios de comunicación que presentan la inconmensurable rua de personajes que se acogen al peor de los lemas: por Carnaval, todo vale... 

Pues no, ni con Carnaval, ni sin Carnaval, no todo vale...  

sábado, 6 de febrero de 2021

PALABRAS Y OBRAS - La Puntilla, 7 de febrero de 2021a

PALABRAS Y OBRAS


Las redes tecnológicas han recordado estos días el inolvidable diálogo que se produjo en el primer encuentro entre dos grandes genios de la humanidad, Albert Einstein y Charles Chaplin. 

Dijo Einstein a Chaplin: lo que más admiro de su arte es que usted no dice una palabra y sin embargo todo el mundo le entiende...

Y respondió Chaplin: Pero su gloria es aún mayor, señor Einstein, porque el mundo entero le admira cuando nadie entiende una palabra de lo que dice...

Reproduzco hoy este histórico diálogo porque creo que es muy adecuado, por ejemplo, en este momento preelectoral que estamos viviendo en Catalunya.

Las personas podemos ofrecer a los demás dos amplios bagajes: el de nuestras palabras y el de nuestras obras. Y así,

    – hay quien se llena de palabras, pero carece de obras...

    – hay quien presenta obras, aunque carezca del don de la palabra

    – hay quien es coherente entre sus palabras y sus obras

    – y hay quien muestra claramente que sus palabras no responden a sus obras...

Pongan, pues, ustedes mismos nombres y apellidos a estas tipologías y obren en consecuencia.

Aunque, con todo, y más allá de estas consideraciones, no puedo terminar sin advertir, como escribió en su día el inolvidable Manolo Vázquez Montalbán, que en estos momentos en Catalunya y en España, en general, domina excesivamente, una pandilla de  individuos neoliberales cuyo pensamiento unidimensional está únicamente marcado por un toque pijo de palabra, obra y omisión...

Que ustedes voten bien.