sábado, 26 de marzo de 2022

Conocimientos - La Puntilla, 26 de marzo de 2022

 

Conocimientos

A primera vista podría parecer que todo conocimiento es útil para aprender, y hay quienes se precian de tener como eslogan vital el dicho de no te acostarás sin saber algo más…

Esto, sin embargo, no siempre es así, y me gustaría reflexionar hoy sobre una cantidad de conocimientos que resultan prácticamente inútiles y que incluso no vale la pena perder tiempo en adquirirlos ni cultivarlos…

Por ejemplo:

–todos aquellos que provocan más emociones fugaces que no decisiones útiles;

–los que se limitan a ser chafarderías de personajes de las mal llamadas revistas del corazón;

–los que son prácticamente banales y superficiales en relación a las conductas de las personas;

–aquellos que tienen como denominador común la ignorancia del pasado, el origen y la cultura de las personas;

–los que pretenden ser utilizados como tapadera de la imagen y la incultura de la conducta de las personas;

–todos los supuestos conocimientos que pretenden ignorar o tapar los distintos errores de las personas…

La lista podría alargarse, y qué gran verdad es la que afirma que la gran soberanía del ser humano, mujer u hombre, radica en la dimensión de  sus conocimientos…

Dimensión más profunda que extensa.


sábado, 19 de marzo de 2022

Reinventar - La Puntilla, 20 de marzo 2022

 

Reinventar


        Cuando alboreó el año 2000 se puso de moda decir que más que entrar en una época de cambio, entrábamos en un cambio de época… El juego de palabras era ingenioso, pero lo cierto es que con la inesperada pandemia el verdadero cambio de época parece que se ha empezado a vivir ahora y da la sensación de que es ahora más que nunca cuando nos toca reinventar muchas cosas…

         Los síntomas sociales no paran de ponernos en situaciones que han de merecer nuestra atención y ponernos en disposición de reinventar muchas situaciones

         Por ejemplo:

         –cada vez se ve más clara la necesidad de cambiar las fuentes de energía para salvaguardar el planeta, pero seguimos dependiendo del gas y la electricidad y hay países que continúan acogiéndose a las centrales nucleares…

         –suspiramos por un mundo en paz y, sin embargo, la situación planteada en Ucrania y otros muchos frentes muestra que la guerra y la violencia siguen sacando a la luz lo peor de los seres humanos, a la vez que las naciones no cesan de armarse continuamente…

         –abogamos por la igualdad entre hombres y mujeres, pero aún es muy poco lo que se avanza y siguen muy vigentes las desigualdades en todos los órdenes

         –nos sentimos orgullosos de los avances en las nuevas tecnologías, pero no somos capaces de mostrarnos críticos ante algunos de sus efectos perniciosos para la convivencia

         –pensábamos que la pandemia del coronavirus nos había enfrentado a la fragilidad del ser humano para hacernos más solidarios unos con otros, pero seguimos fomentando un mundo más vez más insolidario y deshumanizado.

         El panorama no es muy alentador y está claro que nos enfrentamos a muchas situaciones que solicitan nuestro mejor ingenio y disposición para intentar cambiarlas.

               Reinventemos

 

 


viernes, 11 de marzo de 2022

La utopía hippie - La Puntilla, 13 de marzo de 2022

 

La utopía hippie

         La muerte, el pasado 6 de marzo, del cantante y escritor catalán Pau Riba, figura señera del sueño hippie, vivido intensamente por él en Formentera y mantenido a lo largo de su vida, ha evocado de nuevo en los medios de comunicación este movimiento contracultural nacido en Estado Unidos en la década de los años 60 del siglo pasado.

         Es cierto que lo que era, en su nacimiento, un intento alternativo de enfrentarse a la sociedad, con posturas pacifistas y críticas ante las estructuras sociales predominantes, fue derivando hacia modos de vida anecdóticos y superficiales, muy alejados de la utopía primitiva.

         Por eso, y por si hay jóvenes hoy que, más allá de manifestar su hipismo en la manera de vestir o en el consumo de drogas, quieren adentrarse en la profundidad de la filosofía alternativa, quiero recordar algunos de los grandes valores de la filosofía hippie que sería necesario recuperar hoy en nuestra sociedad. Por ejemplo:

–El rechazo del fatalismo y la decepción para ir a la búsqueda del idealismo necesario que nos lleve a preguntarnos cómo deseamos vivir, cuál es nuestra manera ideal de vida y qué debemos hacer para conseguirlo

–La apuesta por la filosofía del tener menos para ser más, ejerciendo de esta manera la rebelión contra una sociedad del consumo por el consumo

–La vuelta a una vida sencilla en la distribución del tiempo, para saborear, por ejemplo, que un paseo por el campo o junto al mar nos pueden hacer más felices que muchas horas pegados a los móviles o a Internet…

–Y una gran apuesta por la paz interior. El lema de los hippies era amor, paz y armonía… Hoy las personas sufrimos, en general, una permanente presión social que nos lleva a estar en permanente pugna con los demás. Rechazamos las contiendas bélicas y, sin embargo, no abordamos nuestra propia paz. Y así nos va.

 Tenemos, pues, algo que aprender de la filosofía hippie de la vida, más allá de sus  controvertidos puntos discutibles. Al menos hicieron algo por cambiar un mundo que no les gustaba.

 


viernes, 4 de marzo de 2022

Solidaridad - La Puntilla, 5 de marzo de 2022

 

Solidaridad

        Alguien afirmará, tal vez, que la gran solidaridad mostrada hacia el pueblo de Ucrania, frente al injusto atropello por parte de las fuerzas rusas, no deja de ser un parche más que no resuelve el problema global.

         Y no deja ser cierto, pero, al menos, esa generosa reacción hace que se mantenga todavía un poco viva la esperanza en el ser humano.

         Está claro que la observación del estado de la sociedad actual nos sume con frecuencia en una situación de desánimo y depresión. Estamos saliendo todavía de un grave estado de pandemia y nos vemos abocados a una guerra. La salud mental se resiente. ¿Qué le pasa al ser humano? ¿A dónde nos conduce esa cultura del poder y la violencia?

         Por otra parte tendemos con frecuencia a buscar culpables solamente en los otros, en los demás, y no queremos admitir que en las guerras y los enfrentamientos todos ponemos, de alguna manera, nuestra parte, por acción o por omisión…

         ¿Cómo se educa, por ejemplo, en las familias y en las escuelas para la paz?

         Una sociedad en la que unos pocos nadan en la abundancia, mientras que millones de hombres y mujeres agonizan en la miseria, es una sociedad enferma.

         Una sociedad que alienta e impone dictadores y tiranos para obtener beneficios económicos de manera corrupta, es una sociedad enferma.

         Una sociedad que hace del negocio de las armas una de las fuentes más rentables para obtener beneficios, es una sociedad enferma.

         Una sociedad que para lucrarse económicamente provoca guerras que mutilan y matan a miles de inocentes, es una sociedad enferma.

         No a las guerras, y siempre solidarios con los que sufren.