sábado, 25 de diciembre de 2021

Navidad...La Puntilla, 26 de diciembre de 2021

 

Navidad…

 

         Una natividad, un nacimiento, aporta siempre algo novedoso y esperanzador a un individuo o a una colectividad, y cabe preguntarse, por lo tanto, qué aportará, o que desearíamos que aportase esta Navidad de 2021…

         Pienso, por ejemplo,

–en tantos y tantos jóvenes, chicas y chicos, sin perspectiva en el futuro personal y laboral;

–en tantos ancianos y ancianas que comprueban el olvido y la marginación a los que les someten los suyos y también la sociedad;

–en esos niños y niñas que no tendrán siquiera la posibilidad de nacer;

–en el colectivo del mundo sanitario cuyos ojos siguen contemplando, impotentes, la muerte de tantos afectados por la pandemia;

–en las comunidades educativas de maestros y profesores a quienes tanto cuesta hacer nacer nuevos valores en sus educandos, cuando en sus casas viven ajenos a los mismos;

–en todos los pobres y desahuciados del tercer y cuarto mundo inmersos en el desprecio a sus vidas;

–y, en fin, a ti, que me estás leyendo y me dices ¡cuánta razón tienes!...

         No dejaría de ser una sangrante ironía que yo acabase esta Puntilla con un eufórico Feliz Navidad, cuando para todos los aludidos, y para otros muchos anónimos, no habrá el gozo de un nacimiento, sino la amenaza permanente de un dolor rotundo e implacable.


sábado, 18 de diciembre de 2021

Humo... La Puntilla, 18 de diciembre de 2021

 

Humo…

Hay un villancico catalán muy tradicional – dicen que proviene del siglo XVI – que empieza cantando fum, fum, fum, o sea, humo, humo, humo, y se me ha ocurrido que en torno a esta expresión se puede hacer un pequeño diagnóstico de la sociedad actual…

Porque creo que hoy se puede afirmar que estamos rodeados de mucho humo…Y esta realidad, como todas las realidades, puede tener sus aspectos positivos y sus aspectos negativos.

Si puede afirmarse que donde hay humo hay fuego, es obvio que ese fuego, bien entendido, o sea como expresión de pasión y ardor en la realización de las cosas, es necesario y positivo ya que, por reiteración, por el humo se sabe dónde hay fuego… (o sea, que se nos conocerá por nuestras obras…)

No son, sin embargo, positivas las cortinas de humo, excesiva muestra de querer enmascarar la realidad; como tampoco es de desear que haya cada vez más personas a las que el humo se les suba a la cabeza, paradigma de tantas personas airadas e irritadas como vemos a nuestro alrededor…

No falta quien, filosóficamente, piense que la vida es humo, y viene bien recordarlo cuando uno apuesta por quemar voluntariamente su propia vida, que no la de los demás, si es para una buena causa.

Y termino esta pequeña disquisición sobre el popular villancico navideño deseando, cómo no,  a todos los lectores de La Puntilla, una entrañable Navidad, sin malos humos, ni personas quemadas…

Un abrazo

        


sábado, 11 de diciembre de 2021

Oscuridad... La Puntilla, 12 de diciembre de 2021

 

Oscuridad…

 

El diagnóstico social es bastante unánime: la pandemia nos hundió en un desconcierto tan profundo que aún nos cuesta mucho superarlo.

Vivimos tiempos de oscuridad…Y aunque dicen que éstos debieran ser propicios para que surgieran la compasión y la solidaridad a todos los niveles, no parece ser así entre nosotros.

Está claro, pues, que se echa en falta más luz e iluminación, y no las que estos días inundan las calles de las ciudades, sino las que irradian hombres y mujeres que más allá de dogmas y teorías son capaces de aportar más humanización y justicia a las relaciones sociales.

Hay una voz unánime que debiera ser escuchada, sobre todo por los más jóvenes: faltan profetas y faltan poetas, pero poetas de los que toman partido, partido hasta mancharse, y no por ansias y afanes políticos, sino en favor de los más débiles y necesitados.

Ya nos están engañando demasiado los gestores como para que no reaccionemos y nos quedemos satisfechos con una falsa y pretendida alegría navideña…

Es cierto que hay quien ha llegado a decir que a veces es necesaria la oscuridad para ver mejor las cosas, y que las estrellas no las podemos ver si no es en la oscuridad…

         Pues no perdamos la esperanza, pero salgamos de la tiniebla...

 


sábado, 4 de diciembre de 2021

Hambre... La Puntilla, 5 de diciembre de 2021

 

Hambre...

       Hay datos que debieran moderar, al menos, la desatada feria del consumo que se observa en estos días prenavideños. Por ejemplo: según informa la ONU hay hoy un total de 45 millones de personas al borde del hambre, en un total de 42 países... Y la cifra no para de crecer, ya que hace solo dos años era de 27 millones. La pandemia se ha cebado en los más pobres.

Cifras como éstas suelen escucharse con excesiva indiferencia. Hay quien piensa mientras no me toque a mí…; o quien acepta resignado (porque a él no le toca): es lo que hay…

Pues no, no podemos hacer trampas de conciencia.

Es cierto que un individuo solo, cuando reflexiona sobre estas cuestiones que le desbordan tan excesivamente, poco puede hacer más que aplicar al máximo, y con las mínimas contradicciones, su quehacer ético y solidario.

Mayor es, sin duda, la responsabilidad de los dirigentes de los asuntos públicos, a los que hay que apretar más y no permitirles que nadie se vea privado de sus derechos humanos más elementales.

Y lo que roza la estupidez, y también la incoherencia, es que se participe en esta alocada feria en nombre del nacimiento, como se ha escrito, de un refugiado pobre que decía que todos éramos iguales, que no pertenecía a ningún partido político, y que fue perseguido, torturado y asesinado por promover  la igualdad, la justicia social y el amor…

Mayor incoherencia, imposible.