Navidad…
Una natividad, un nacimiento, aporta
siempre algo novedoso y esperanzador a un individuo o a una colectividad, y
cabe preguntarse, por lo tanto, qué aportará, o que desearíamos que aportase
esta Navidad de 2021…
Pienso, por ejemplo,
–en
tantos y tantos jóvenes, chicas y chicos, sin perspectiva en el futuro personal
y laboral;
–en
tantos ancianos y ancianas que comprueban el olvido y la marginación a los que
les someten los suyos y también la sociedad;
–en esos
niños y niñas que no tendrán siquiera la posibilidad de nacer;
–en el
colectivo del mundo sanitario cuyos ojos siguen contemplando, impotentes, la
muerte de tantos afectados por la pandemia;
–en
las comunidades educativas de maestros y profesores a quienes tanto cuesta
hacer nacer nuevos valores en sus educandos, cuando en sus casas viven ajenos a
los mismos;
–en
todos los pobres y desahuciados del tercer y cuarto mundo inmersos en el
desprecio a sus vidas;
–y, en
fin, a ti, que me estás leyendo y me dices ¡cuánta razón tienes!...
No dejaría de ser una sangrante ironía
que yo acabase esta Puntilla con un eufórico Feliz Navidad, cuando para todos los aludidos, y para otros muchos
anónimos, no habrá el gozo de un nacimiento, sino la amenaza permanente de un
dolor rotundo e implacable.