domingo, 27 de diciembre de 2020

Adiós 2020 - La Puntilla - 27 de diciembre de 2020

 ADIÓS 2020

2020 ha sido, sin duda, un año distinto y diferente, configurado en gran parte por las consecuencias negativas de la pandemia generada por el Covid-19.

Y resulta difícil hacer un balance equilibrado y exhaustivo de lo que ha supuesto este año para cada uno de nosotros.

Por eso, aún a riesgo de quedarme limitado, he aquí algunas de las lecciones que convendrá no olvidar:

– la pandemia ha mostrado, sin duda, al mundo, la vulnerabilidad de las personas y de las instituciones; 

– las consecuencias económicas de las medidas adoptadas en la lucha contra la pandemia dejan un rastro que continuará durante mucho tiempo y que nos obligará a aportar lo mejor de nosotros mismos;

– por otra parte, el enfrentamiento a la dificultad ha puesto de relieve, a la vez, la pobreza personal, cultural y social de unos,  y la solidaridad, esfuerzo y aportación de otros;

– son muchas, por otra parte, las personas que han quedado tocadas psicológicamente y será más necesario que nunca una dedicación especial para recuperar la paz y el equilibro interiores que tanto necesitamos los humanos...;

– el recuerdo de los que nos han dejado durante este año especial se ha convertido, en ocasiones, en una herida que no será fácil curar...

Estos y otros retos se nos presentan para el 2021 que está ya a las puertas, y por eso decir esta vez feliz año nuevo será una expresión más profunda que en otras ocasiones...

Adiós 2020, bienvenido 2021.


 


sábado, 19 de diciembre de 2020

DISTINTA NAVIDAD... - La Puntilla - 20 de diciembre de 2020

 DISTINTA NAVIDAD...

Oigo a mi alrededor diversas y variadas lamentaciones en torno a esta próxima Navidad de 2020:

– Los peces van a negarse a beber en los ríos porque están muy contaminados...

– Muchas campanas no podrán tocar para evitar la contaminación acústica...

– El tamborilero dice que no podrá tocar su viejo tambor porque ha tenido que venderlo para poder comer...

– La noche no será de paz para muchos, sino de angustia, sobre todo en residencias y hospitales...

– Una burra se ha negado a ir a Belén para denunciar que la explotan

– Los pastores, a partir de la una de la noche, no podrán ir a adorar al Niño...

– La marimorena reivindica su derecho a no ser conocida por el color de su piel...

– Los Reyes no podrán desplazarse por el cierre perimetral...

...Y alguien me pregunta: ¿Y cree usted que éstas son razones suficientes para no vivir una Navidad feliz?  

Usted también tendrá su respuesta... 

Por mi parte, que todos ustedes tengan una feliz Navidad...



sábado, 12 de diciembre de 2020

Humanos, profundamente humanos - La Puntilla - 13 de diciembre de 2020

 Humanos, profundamente humanos

Sí, soy un ser  humano. Soy negro, tengo 22 años, me llamo Omar, y salí de Senegal, mi país, para embarcarme en una patera hacia las Canarias...

Mi historia es como la de muchos de mis conciudadanos. No somos simples aventureros. Somos seres humanos en busca de un porvenir más digno. 

No, no soy un simple soñador, ansioso de vivir en la sobreabundancia de un consumismo feroz. Soy un superviviente, un ser humano, insisto, deseoso de encontrar un trabajo que me permita formar una familia y poder vivir dignamente...

Es cierto que todo lo que he pasado hasta ahora me ha hecho pensar, en algunos momentos, si mi aventura será solamente una utopía que acabará mal, pero me resisto a creer que los seres humanos nos hayamos ya deshumanizado de tal manera que ya no seamos ni siquiera seres humanos...

Hoy, por ejemplo, he tenido una conversación con una enfermera de la Cruz Roja y he encontrado en ella muy viva la llama de la humanidad.

No ha pretendido aportarme lástima, ni tampoco simple consuelo, sino que me ha escuchado y me ha animado a no perder ni fuerza ni esperanza.

- Las cosas - me ha dicho- se consiguen cuando se cree en ellas...

De momento, pues, sobrevivo en mi difícil empeño, y aunque me toque vivir un momento muy difícil en un mundo convulso por la pandemia, tengo la firma esperanza de encontrar estos días mi estrella de Navidad...


P.D. No deja de ser curioso el hecho de que Omar  sea un nombre árabe que significa en castellano El de larga vida...Y tal vez sea éste un feliz signo premonitorio del porvenir de este muchacho de 22 años que ha llegado a las Canarias...)

domingo, 6 de diciembre de 2020

VOLUNTARIADO - La Puntilla - 6 de diciembre de 2020

 

VOLUNTARIADO

    A pesar del nefasto criterio periodístico según el cual sólo son noticia las malas   noticias, escucho en televisión una afirmación esperanzadora: el número de voluntarios ha aumentado en dos millones de personas, con ocasión de las emergencias causadas por la pandemia del Covid-19...

Lo afirma Luciano Poyato, presidente del Voluntariado de España, con ocasión del Día Mundial del Voluntariado, recientemente celebrado.

Para reflexionar sobre el tema se necesitan más datos, pero a bote pronto surgen, a la vez, algunas constataciones y algunos interrogantes.

Las constataciones son, por ejemplo, el hecho de que las cifras del voluntariado se han equilibrado entre mujeres y hombres: un 53 por ciento de mujeres, y un 47 por ciento de hombres; y también el hecho de que normalmente los voluntarios proceden de un medio socioeconómico medio-alto.

Y los interrogantes, de los que suele carecerse información, son: entre dos millones más de voluntarios, ¿cuántos jóvenes entre 14 y 24 años?  Y ¿cuántos mayores de 65 años...? Surge esta última pregunta, por ejemplo, porque en estos momentos la población española que supera los 65 años es de 9 millones y medio de personas...

Pero volvamos a la noticia del aumento de voluntarios, que es lo que verdaderamente constituye una bocanada de aire fresco.  La empatía humana conduce a la acción, y no hay humanidad sin solidaridad.

El voluntariado abarca realidades muy diferentes, pero lo que es esperanzador es que las personas experimentemos que no hay sensación que más libere que el hecho de ayudar a alguien...

De muy joven aprendí la frase de Khalil Gibran: dormí y soñé que la vida es alegría. Me desperté y vi que la vida es servicio. Serví y vi que el servicio es alegría... Y alguien me comentó: y el que no sirve para servir es bastante probable que no sirva para nada...