sábado, 25 de marzo de 2017

La Puntilla - 26 de marzo de 2017 - FRAGILIDAD


FRAGILIDAD

Se da hoy con frecuencia en nuestro entorno social una flagrante contradicción: por una parte hay un irrefrenable deseo de mostrar una buena imagen y, por otra, se es consciente, cada vez más, de la fragilidad del ser humano.

Hay un difícil encaje entre la supuesta fortaleza propia y la auto-conciencia de las propias limitaciones; un desacuerdo entre la necesidad de ser más profundos y la experiencia de la superficialidad.

Vivimos en una sociedad en la que se nos plantean tantas alternativas, que nos sentimos ahogados; tantas ofertas que nos marean; y caemos en la tentación de sacrificarlo todo a la seguridad...

¿Cuántas decisiones tenemos que tomar cada día? ¿Por qué nos asaltan tantas dudas ante cualquier opción?

Una mirada interior nos hace caer en la cuenta de que, admitida la debilidad de la existencia, se imponen la serenidad y la reflexión, que se cultivan en el silencio. 

Hay un antiguo aforismo que pide sabiduría para saber distinguir entre los valores que son muy importantes y no cabe cambiar, y los que no son tan valiosos y pueden ser cambiados.  El problema está hoy en recobrar esa sabiduría que es necesaria para no caer en el relativismo de pensar, desacertadamente, que todo es según el cristal con que se mira...

Más allá de lo que suele pensarse, aceptar y mostrar las propias fragilidades es ofrecer una buena imagen de si mismo. Porque es la imagen más auténtica y real.








sábado, 18 de marzo de 2017

La Puntilla - 18 de marzo de 2017 - PASIVIDAD


Pasividad

Es una triste realidad: muchas personas hacen las cosas porque hay que hacerlas...
Y esta actitud, que puede parecer una fidelidad a los compromisos adquiridos, esconde, con frecuencia, un pasotismo y una pasividad que resultan perniciosos.

Una persona y una sociedad no avanzan cuando se encierran en el estancamiento, el servilismo, la sumisión y la falta de inquietud personal, social, política o religiosa.

Nos da miedo la novedad porque nos sentimos más seguros como si todo ya estuviera hecho. Y es que el mayor o menor bienestar nos lleva a la pasividad.

Con todo, estas situaciones no son solamente opciones libres, personalmente asumidas, sino que tienen mucho de influencia de quienes detentan el poder.

A quienes mandan, en cualquier ámbito, les interesa tener súbditos domesticados y silenciosos, amodorrados y faltos de curiosidad.

Por eso hoy es necesaria la revolución, que es, como su nombre indica, la evolución  más acelerada de las cosas, para desempolvar herrumbres y adherencias perniciosas.

Se impone, pues, que cada cual se lance a su particular revolución. Y no hace falta que sea de grandes metas y ilusos ideales. Que sea una revolución posible y cotidiana.

¿Qué tal, por ejemplo, la revolución de la gratuidad, de la sonrisa, del gesto amable, de la acogida afectuosa, del perdón y de la atención a las personas?

Son revoluciones posibles y muy necesarias, y muy idóneas para despertarnos de nuestro aletargamiento... 

sábado, 11 de marzo de 2017

LA PUNTILLA - 12 de marzo de 2017 - INFORMACIÓN DE UNO MISMO


INFORMACIÓN DE UNO MISMO

Entre conmemoraciones, sucesos y corruptelas andamos excesivamente agobiados de información.

Los medios de comunicación buscan la manera de encontrar para cada día la suficiente ración de escándalo correspondiente. Nosotros, a tragar, o a atragantarnos. Y a eso le llaman periodismo...

Esta última semana, por ejemplo, desde el día de la Mujer trabajadora, con la consiguiente y persistente  relación de la tremenda desigualdad entre hombres y mujeres, hasta las corrupciones y engaños que se produjeron en el Palau de la Música, con la  insólita excusa de que el dinero que se robaba era para que hubiera sardanas en los pueblos, ya hemos tenido nuestra buena dieta. 

Ah, pero no cabe olvidar que siempre habrá quienes piensen que la negativitad ha quedado bien compensada con la más suportable remuntada del Barça...

Siempre han predicado los fieles de la Cuaresma que era un tiempo propicio para hacer un poco de ayuno y abstinencia, y no precisamente para cambiar la carne por el marisco, ni para preparar nuestros cuerpos serranos de cara a las playas...  

Hoy hay que modernizarse, y por eso, ante tanta borrachera de información que nos atonta, propongo que el mejor ayuno y abstinencia sea de noticias servidas en prensa, radio, televisión, o en los medios infernales electrónicos.... Pero no para renunciar a estar informados durante un tiempo, sino para dedicar ese tiempo a la información sobre uno mismo...

Y esto,¿cómo se hace? 

Muy sencillo: preguntándose uno a sí mismo: ¿que es noticia hoy en mí? ¿qué noticia puedo ofrecer a los demás? Si tuviera que convertir algo de mi vida en noticia, ¿cuál sería?

En definitiva, se trata de un diálogo con nosotros mismos, en el cual los emisores y los receptores seamos nosotros mismos...



viernes, 3 de marzo de 2017

La Puntilla - 5 de marzo de 2017 - TENTACIONES


Tentaciones

En todas las iglesias cristianas se escuchará este domingo una pedagógica página evangélica que habla de las tentaciones...

En la fragilidad del ser humano es frecuente experimentar que no siempre van de acuerdo nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestras palabras y nuestros hechos. Y a los acechos que intentan romper nuestras coherencias les llamamos tentaciones.

No caer en la tentación, sobre todo en la que nos incita a perjudicar a los demás, es la máxima aspiración y el deseo de una persona que quiere mantener bien amueblada su cabeza y bien orientada y ordenada su voluntad.

No se piense, erróneamente, sin embargo, que esta aspiración es únicamente propia de personas creyentes, o de fieles y seguidores de una religión. El cultivo de la espiritualidad de la persona y de su bagaje interior ha de ser el distintivo de toda persona humana por el mismo hecho de serlo.

Y volviendo a las tentaciones de que se hablará en las iglesias cristianas, no deja de ser muy acertado que se denuncien las tentaciones que incitan y acechan a los hombres y mujeres al exclusivo afán de los bienes materiales, a la culto a la imagen, aunque no responda a la realidad, y a la búsqueda, uso y abuso de cualquier poder en favor propio.

En definitiva, y como podemos comprobarlo diariamente, la gran tentación que nos asalta es la corrupción, en cualquiera de sus expresiones... Y sucumbimos con demasiada facilidad.