TODOS NECESARIOS - La Puntilla - 1 de noviembre de 2020

TODOS NECESARIOS

            ¿Somos suficientemente conscientes del momento que vivimos? 

             Nos estamos jugando la salud y la economía –el subsistir, en definitiva- de millones de seres humanos…

         Y por eso hoy, más que nunca, frente a esta situación, todos somos necesarios.

            Se dice que en la vida nadie es imprescindible, y es cierto, pero en tiempos difíciles la colaboración de todos es totalmente necesaria.

          Urge, pues, animar, una vez más, a que cada cual aporte su participación positiva frente al reto que nos plantea el Covid-19.

         Desde aquí, pues, invito a la aportación positiva de una serie de valores que favorezcan el hecho de hacer frente al problema y paliar sus consecuencias.

            Por ejemplo:

            Buenos observadores de la situación son aquellos que miran, piensan y no se limitan a decepcionarse, sino que buscan soluciones.  Lo importante es que todo fluya y nada influya negativamente…

          Personas que sonrían, que acompañen soledades, y que lleguen al alma de quienes se hallen perplejos y asustados, son un auténtico bálsamo social frente al problema.

            Quienes aportan lo que son y los conocimientos que poseen constituyen una esperanza positiva para el final de la situación.

            Una palabra, un gesto, una sonrisa, un beso, o un abrazo, aunque hoy tengan que ser casi siempre virtuales, son la mejor garantía de que a los seres humanos los problemas no nos hacen perder la sensibilidad…

            No escurramos el bulto. La solución está en nuestras manos.

INMORAL - La Puntilla - 25 de octubre de 2020

INMORAL

En una sociedad no siempre adecuadamente bien formada en temas éticos durante muchos años, a causa, sobre todo, de un nacionalcatolicismo dominante, es curioso observar la perversión de ciertas palabras...

Por ejemplo, el adjetivo calificativo inmoral...

El diccionario nos dice que inmoral es lo que se opone a la moral, y ésta se refiere al obrar de las personas en relación con el bien o el mal, sobre todo en función de la vida colectiva.

Pues bien, por un efecto reductor, producto, sin duda, de formadores y educadores un tano obsesos, el calificativo de inmoral quedó casi exclusivamente referido a cuestiones relacionadas con el sexo...

Sin embargo, inmoral es cualquier individuo que viole las normas éticas de conducta que han de regular las relaciones entre las personas.

Así, puede haber políticos, jueces, empresarios, periodistas, médicos, y toda la gama de profesionales e individuos a los que, más allá de sus ideas sobre el sexo y la sexualidad, cabe aplicar plenamente el calificativo de inmorales...

Y la inmoralidad no sólo se elimina condenándola, sino, sobre todo, potenciando una sociedad en donde el convencimiento ético de las personas se trabaje y se eduque desde el interior de cada individuo.

Se precisa, por tanto, y hay que trabajarla, una cultura de la moralidad que potencie la honradez y aleje la deshonestidad; un estilo de convivencia que en lugar de potenciar lo peor de cada individuo haga crecer lo mejor de cada uno.

Una sociedad, en definitiva, que vuelva a creer en la potencialidad del ser humano cuando decide apostar por las buenas prácticas.

Ejemplos hay, afortunadamente, cada día más...

PREGUNTAS - La Puntilla - 18 de octubre de 2020

PREGUNTAS

El pensamiento avanza en la medida en que una persona intenta encontrar respuestas a los interrogantes que le plantea la vida.

Y es obvio que la situación que vivimos hoy nos plantea unas cuantas preguntas.

Una primera, por ejemplo, podría ser ¿por qué parece que ponemos excesiva confianza en que la ciencia y la tecnología resolverán la situación, y nos olvidamos de que ambas dependen de un sistema económico que no solamente las condiciona, sino de que parece que está por otros objetivos?

Una segunda pregunta: ¿ por qué da la sensación de que la situación se afronta solamente desde la posible solución mágica de una vacuna que ponga punto final al virus, y no se afrontan los retos que ha ha comportado la pandemia?

Y, como no hay dos sin tres, un tercer interrogante: ¿son suficientes las medidas restrictivas de todo tipo para que la gente se responsabilice? ¿no es la responsabilidad un auto ejercicio  de dominio personal que ha de ser trabajado constantemente?

Gramsci, el buen pensador italiano, afirmaba que la esperanza - y en nuestro caso la esperanza de superar la situación, se manifiesta en la resistencia. Una resistencia abierta a horizontes positivos. abierta al optimismo de la voluntad, frente al frecuente pesimismo de la inteligencia...  Hoy abundan excesivamente las resistencias negativas y el pesimismo de la inteligencia, a la vez que claudican las voluntades... Es para pensárselo.

Recuperemos la inteligencia es su más puro sabor: saber situarse acertadamente en la situación en que nos encontramos en un momento determinado.

 

EVALUACION - La Puntilla, 11 de octubre de 2020

 EVALUACIÓN

Esta palabra empezó a adquirir más relevancia a raíz de ser incorporada a uno de los innumerables planes de Enseñanza de este desdichado país.

Dice el diccionario: Evaluación: acto y efecto de evaluar,  o sea, estimar, apreciar o calcular el valor de alguna realidad o de alguna acción... Y en el caso de los alumnos (y todos somos alumnos...), estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento...

Bien están, naturalmente, las evaluaciones, pero si se hacen bien, tanto a nivel individual como a nivel colectivo.

Y escribo sobre este tema porque hete aquí que me parece que la mayoría de las evaluaciones caen en el desdichado tema de la intencionalidad y/o rentabilidad de quien las efectúa...

¿Cómo hacer hoy, por ejemplo, una correcta evaluación de cómo se está gestionando el tema de la pandemia?

Es obvio que si la manera de afrontarlo entre nosotros ha derivado en un estrepitoso fracaso a los ojos de Europa, habrá, sin duda, algunos responsables que lo habrán hecho mal, o muy mal...

Ahora bien, en el momento de evaluar su gestión habrá que preguntarse con qué intencionalidad se realiza. Porque si es solamente para obtener una rentabilidad política por parte de los evaluadores, la evaluación esta viciada. Y si es para justificar las carencias, tanto públicas como individuales, la evaluación tampoco es correcta porque es simplemente interesada...

En este tema, como en tantos otros, aparece bastante diáfano el denominado Principio de Peter según el cual en una sociedad jerarquizada cada cual alcanza el máximo de su incompetencia... Y parece claro que lo que se echa hoy en falta es que los intereses propios dejen de prevalecer sobre el bien colectivo...

En el fondo parece bastante claro que en una sociedad verdaderamente democrática la gestión hubiera sido considerablemente diferente.. 

Pero ¿existe esta sociedad?

HUMOR CRÍTICO - La Puntilla - 4 de octubre de 2020

 

HUMOR CRÍTICO

¡Qué importante resulta para una sociedad la existencia de humoristas críticos que agiten la sensibilidad e inteligencia de las personas! Porque el humor es tan necesario en la vida cotidiana como el aire que respiramos...

Elijo hoy este tema porque entre las noticias de esta última semana cobra triste actualidad la muerte de Quino, el humorista argentino, descendiente de emigrantes malagueños, fallecido el pasado día 30.

Para la generación española de los años 63  a 73 , la tira cómica que tenía como protagonistas a Mafalda y su pandilla, expresión de un humor crítico que se consideraba sólo para adultos, y que muchas veces era censurado, fue un ancla de salvación al que acogernos.

Mafalda y su troupe (Guille, Manolito, Miguelito, Felipe, Susanita y Libertad) eran la expresión de siete maneras filosóficas y políticas de ver y entender el mundo, más allá de la dictadura.

Mafalda, sobre todo, era un volcán de verdades lanzadas sobre una sociedad española a cuyos poderes, como pasa les pasa a todos los poderes, le molestaban las críticas.

Y hoy, como ayer, hay que seguir recordando que el humor crítico y la sabiduría son las dos grandes esperanzas con que puede contar todavía cualquier sociedad. 

Por eso, gracias Quino, gracias Mafalda, y gracias a todos los humoristas críticos que, a diferencia de los cómicos, no sólo nos hacer reír, sino también pensar.  

Porque el humor sigue siendo, hoy por hoy, el arma de los débiles...