sábado, 24 de junio de 2017

La Puntilla - 25 de junio de 2017 - Si tuviera un trozo de vida...



Si tuviera un trozo de vida...

Revolviendo papeles, me he dado de bruces con un supuesto escrito de Gabriel García Márquez, datado el año 2013,que inundó las redes comunicativas de todo el mundo.

Por razones de salud (un càncer linfático), el laureado escritor se despedía de la vida pública y enviaba a sus amigos una carta de despedida.

El sorprendente y emotivo texto dio lugar a toda clase de especulaciones, y no faltaron, naturalmente, quienes erigiéndose en pontífices del pensamiento indicaran rotundamente que aquellas palabras no eran del escritor colombiano. Una vez más se imponía el incierto criterio de juzgar las cosas no por lo que se dice o hace, sino por quien las dice o las hace. 

A mí, naturalmente, no me importa si aquel texto lo escribió o no García Márquez; y lo que sí he vuelto a recordar, cuando lo he tenido una vez más ante mis ojos, es que me sorprendió la insistencia con que el autor de aquellos pensamientos repetía la coletilla si tuviera un trozo de vida... en contraposición a quienes la tenemos todavía bien plena. 

El texto,por ejemplo, decía:

- si Dios me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva, pensaría todo lo que hago;

– si yo tuviera un trozo de vida no dejaría pasar un solo instante sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. 

Me quedo con estos dos pensamientos y me pregunto: ahora que podemos decir que tenemos todavía una vida en plenitud, ¿por qué no vivir y practicar estos dos compromisos? Pensar lo que hacemos y amar lo que amamos.

No esperemos al final para aprender a vivir. 

Vivir es una asignatura que hay que aprobar cada día.


sábado, 17 de junio de 2017

La Puntilla, 18 de junio de 2017 - ACTITUDES FRENTE A LA CULTURA


ACTITUDES FRENTE A LA CULTURA

Soy consciente de que la palabra cultura es un concepto muy complejo, pero para entendernos podemos quedarnos con que cultura es lo que nosotros hacemos con el mundo...

Y a partir de esta definición creo que podemos adoptar una o varias de las siguientes actitudes: -condenar, criticar, consumir, copiar o crear...

Condenar: es evidente que algunos objetos culturales no merecen sino nuestra condena. Pensemos, por ejemplo, en la pornografía, la explotación,  o el terrorismo... Pero limitarse a condenar la cultura existente nos sigue dejando sin nada que ofrecer a cambio.

Criticar: és lógico, por ejemplo, que las bellas artes, la literatura, o el cine, pueden ser objeto de critica, según los gustos u opciones de cada uno.  Pero cuando la crítica por la crítica se convierte en una postura, nos quedamos simplemente pasivos.

Consumir: hay bienes culturales que están para ser consumidos y no cabe ante ellos otra actitud. El acierto, sin embargo, está en la elección. Cada uno consumirá los bienes culturales que respondan a sus preferencias y a su opción de vida.

Copiar: nunca partimos de cero y, por lo tanto, y una buena copia, citando lógicamente su procedencia, es una manera de honrar el trabajo bien hecho.  Pero limitarse a copiar es una postura muy pobre, aunque nos pueda parecer que copiando conseguimos éxito.

Crear: y ésta es, sin duda, la actitud más difícil y la que más se echa a faltar en una sociedad tan necesitada de creatividad. La inquietud creativa ha de ser hoy, más que nunca, objeto de reflexión y de trabajo. Se necesitan creadores. Se necesitan innovadores. Y sólo se crea y se innova desde la libertad. Se necesitan mujeres y hombres libres. Interiormente libres.

sábado, 10 de junio de 2017

La Puntilla, 11 de junio de 2017- LAS EMOCIONES



LAS EMOCIONES

Gestionar adecuadamente las emociones constituye hoy un difícil reto en una sociedad que vive más de emociones que de convicciones...

El ser humano se enfrenta cada día  ante la vida y le van surgiendo, en el tiempo, momentos de alegría o de tristeza, de culpa o de vergüenza, de rabia o enfado, de miedo o de inseguridad...

¿Se puede construir una vida digna y satisfactoria solamente mediante la inteligencia racional, o es también muy necesaria la denominada inteligencia emocional, que ordena y controla los arrebatos afectivos de la persona?

Observando sobre todo el mundo de los niños, y también de los mayores, se diría que hoy son muchas las personas que acumulan desaciertos en sus vidas a causa de una mala gestión de las emociones. 

Cuando estudié periodismo, un acertado profesor de estadística nos hacía realizar estudios de calle verdaderamente interesantes; y uno de ellos consistió en recorrer en Barcelona Rambla arriba, Rambla abajo, observando a la gente... 
Los resultados no pudieron ser más decepcionantes. En una proporción mayoritaria, las gentes iban por la calle con los rostros serios, el entrecejo adusto, la ausencia de sonrisa en los labios, etc. ¿Qué vida interior reflejaban aquellas imágenes?

Hoy el estudio podría repetirse y, de hecho, es fácil volver a las mismas conclusiones si somos un poco observadores de la gente que camina a nuestro alrededor. 
Los miedos, los enfados y las inseguridades están corroyendo nuestra alegría... Y cuando la alegría interior falta, la vida es un poco menos valiosa...

viernes, 2 de junio de 2017

La Puntilla - 4 de junio de 2017 - NO TE DETENGAS

NO TE DETENGAS

Los periodistas y escritores solemos escribir al hilo de la actualidad, o en la inspiración de las lecturas que tengamos entre manos. 

Esta semana, por ejemplo, he querido repasar la obra de Walter Whitman, el gran poeta, periodista y escritor humanista norteamericano, considerado el padre de la poesía moderna.

Recuerdo que fue uno de los autores que me tocó estudiar en la carrera de periodismo y ya entonces me llamó mucho la atención un precioso poema suyo que hoy es de plena recomendación para muchas personas que se sienten oprimidas por tantas y tantas situaciones adversas...

Recordaré, por ejemplo, algunos versos:

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte
que es casi un deber.

No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores,
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso,
no te resignes.

Valora la belleza de las cosas simples.
Vive la vida intensamente, sin mediocridad.
Aprende de quienes puedan enseñarte.

No permitas que la vida te pase sin que la vivas.

Deseo que estas palabras nos animen a todos.