domingo, 28 de abril de 2019

Nostalgias estériles - La Puntilla, 28 de abril de 2019


Nostalgias estériles

En el transcurso de la campaña electoral reciente, afortunadamente acabada cuando escribo estas líneas, hemos asistido, una vez más, y entre otras cosas, a repetidas manifestaciones de nostalgias estériles...

Y es que cuando el espíritu humano carece de creatividad tiende a recurrir al pasado.

Seguimos viviendo de frases como la historia, maestra de la vida (cuando depende, claro está, de cómo se explique la historia...); o del tópico cualquier tiempo pasado fue mejor (sin precisar de qué tiempo hablamos...)  Hay, entre nosotros, demasiados espíritus viejos y desengañados, empeñados en construir el presente anclados en el pasado...

A una sociedad que desee avanzar le hacen un flaco favor los eternos inquisidores del pasado, los puristas de la no contradicción y los incapaces de afrontar el mañana desde una mirada creativa,

Y, además, hay excesivo afán de revanchismo...

La falta de creatividad, por otra parte, proviene, sobre todo, de tres factores que es necesario superar:

–la excesiva jerarquización 
–la falta de ideales que motiven la acción
–y la ausencia de espíritu de lucha, esfuerzo y superación.

Y es que hay cosas que ni se compran, ni se venden, se ejercen o no; se tienen o no se tienen, son o no son...

Por ejemplo, el duro, profundo y auténtico ejercicio de la democracia.

domingo, 21 de abril de 2019

Primer voto - La Puntilla, 21 de abril de 2019


Primer voto

Dicen que las estadísticas ni siempre sirven, ni sempre aportan datos excesivamente reveladores o de interés. Pero hoy quisiera aportar un dato estadístico que ha de ser considerado en las elecciones del próximo domingo 28 de abril.

El mítico año 2000 nacieron en España un total de 397.632 personas (205.596 hombres, y 192.036 mujeres) 

Y esto significa que la mayoría de estas personas están llamadas a votar por primera vez en las próximas elecciones.

El tema no puede ser dejado a un lado. Porque se impone una pregunta: ¿qué memoria històrica han recibido estos nacidos en el año 2000? ¿sobre qué base de conocimientos y opciones emitirán su voto?

Hablo, sobre todo, de la memória recibida de sus mayores, porque es obvio que hay una memoria que mata o una memoria que salva.

Esta visión de las cosas la aprendí del prestigioso antropólogo, monje de Montserrat, recientemente fallecido, Lluis Duch.

La memoria que mata es la que se empeña en ver y afrontar la realidad actual a la luz del pasado, reivindicando la vuelta a situaciones que se creían ya superadas. Situaciones de múltiples agresiones contra la persona humana.

La memoria que salva, por el contrario, es la que es dinámica y afronta las situaciones de ahora y aquí, y no pretende reconstruir la historia pasada, sino avanzar hacia la mayor dignificación de las personas y de la sociedad

Más de trescientos cincuenta mil jóvenes tienen ahora, pues, por primera vez, la posibilidad de hacer avanzar la sociedad por caminos de libertad y progreso, y no por senderos que pretendan reproducir errores del pasado y mermar la  dignidad y la libertad de las personas. 

sábado, 13 de abril de 2019

DEMASIADOS CUENTOS... La Puntilla - 14 de abril de 2019


DEMASIADOS CUENTOS
Empezó la orgía de las ambiciones políticas. Y tendremos que aguantar, hasta el próximo días 28, toda la sarta de promesas, mentiras, acusaciones e insultos con que nos quieran obsequiar y deleitar quienes dicen aspirar a regir nuestra sociedad...

Maldita sea la hora en que la política se ha convertido para algunos en una manera de medrar y ejercer tráfico de influencias. Y maldito sea el momento en que al pueblo le siguen querer adormecer con cuentos...

Los versos de León Felipe me impactaron desde el primer momento que los conocí:
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos;
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos;
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos; 
y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos...

En el diccionario de la lengua la palabra cuento se emplea en muchas acepciones. Por ejemplo como chisme o enredo («ir a  uno con el cuento»),  como un timo o engaño («el cuento del tocomocho»), como desconfianza («tiene mucho cuento»), o como riña («ven acá, que te voy a contar un cuento...»

Ya ven: chismes, enredos, timos, engaños, desconfianzas, riñas...: esos serán los cuentos que se sucederán día a día en la campaña electoral... Y eso será, como cuenta Sancho en El Quijote, el cuento de nunca acabar... 

Triste el sesgo que ha cogido el noble ejercicio de la política y el servicio a la sociedad. Y más tristes todavía los cuentos  que pretenden endilgarnos muchos de los aspirantes a ser servidores públicos.

León Felipe termina su poesía con unos versos que intento hacer míos y transmito por si pueden servir
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos
y sé todos los cuentos...
Que no nos adormezcan los cuentos...






sábado, 6 de abril de 2019

LA DECENCIA ORDINARIA - La Puntilla - 7 de abril de 2019



La decencia ordinaria

George Orwell, pseudónimo del escritor y periodista inglés Eric Arthur Blair, es el autor de esta expresión La decencia ordinaria, un concepto que cobra hoy gran actualidad para transmitir un poco de esperanza sobre la crisis de valores que está cayendo...

Por qué, ¿qué entiende Orwell por decencia ordinaria? Pues, en síntesis, la manera de comportarse ética y decentemente de la mayoría de la población...

El lo explica así: para conseguir una mejora real de la vida humana tenemos que reconocer la necesidad de los valores morales, y mi principal motivo de esperanza nace del hecho de que la gente ordinaria, llana y sencilla, ha sido siempre fiel a su código moral...más allá de la conducta de tantos indecentes e inmorales que pueblan nuestra sociedad...

Por lo tanto, ante el desánimo que muchas personas manifiestan hoy por las injusticias, la inmoralidad y la devastación de los principios éticos, Orwell piensa en los hombres y mujeres honrados y honestos, a veces sin excesivo relieve, que continúan fieles a un sentido moral y decente de la vida.

Decencia –dice el diccionario– es la dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas...

Dignidad: he aquí la cualidad que tantas personas protagonistas y de relieve, están perdiendo día a día en nuestra enfebrecida sociedad...

Podemos carecer de muchas cosas en la vida, pero nunca debiéramos perder el gran valor de la dignidad, en las palabras y en los hechos...