viernes, 30 de septiembre de 2022

Democracia participativa - La Puntilla, 1 de octubre de 2022

 

Democracia participativa

 

El triste espectáculo vivido en Catalunya durante la semana pasada en el gobierno de la autonomía, similar, en cierta manera, a otros sucesos parecidos acaecidos en los gobiernos de las distintas autonomías, invita a una reflexión…

Pensadores eminentes ya advirtieron, en los inicios de la democracia, que había que prevenir contra tres posibles errores:

–que la democratización se entendiera solamente como la posibilidad de votar cada cuatro años a unos representantes (democracia representativa)

–que esta representatividad fuera manejada desde los partidos políticos que fueran quienes decidieran los representantes a elegir y manejaran las instituciones (partitocracia)

–y que la gente no entendiera que la verdadera democracia se construye con la aportación y la tarea de todos los ciudadanos, cada uno en su ámbito, por conseguirla (democracia participativa).

Pues bien: lo que está sucediendo, en Catalunya y en toda España, es que la partitocracia y la lucha por el poder se han institucionalizado, los posibles representados se han sentido cada vez menos representados, y la democracia participativa mengua cada vez más, instaladas las personas en la fácil solución de que mi situación la arreglen los que mandan…

Recientemente recordé en una charla una frase muy significativa que afirma que hoy nuestra sociedad necesita urgentemente líderes, maestros, médicos y poetas… Líderes que se identifiquen verdaderamente con el pueblo con sus actos y compromisos; maestros que eduquen con su ejemplo; médicos que sanen heridas; y poetas, en sentido metafórico, que contagien belleza, ilusión y entusiasmo…

Sólo así se irá consiguiendo una autentica vida democrática. Es la democracia participativa en la que todos tenemos que aportar nuestra tarea, cada uno desde su ámbito, para conseguirla.

 

 

 

 


viernes, 23 de septiembre de 2022

Sociedad de la ansiedad...La Puntilla, 25 de septiembre de 2022

 

Sociedad de la ansiedad...

         Cuando estudié periodismo tuve un profesor que nos hizo experimentar una situación muy interesante:

         salgan a la Rambla de Barcelona, la recorren de arriba abajo y de abajo arriba, y van observando los rostros de la gente que deambula por aquella popular y siempre poblada vía, y anoten todas sus observaciones…

         Recuerdo que fue un descubrimiento inédito de cómo el rostro de las personas es con frecuencia una pantalla abierta donde se manifiestan las emociones, los miedos, las inquietudes, los afanes y las preocupaciones…

         Evoco este hecho porque hoy, viendo los síntomas que se manifiestan en las caras de muchas personas tendremos que concluir que nos hallamos en una sociedad bastante enferma y deteriorada. Podríamos decir que vivimos la sociedad de la ansiedad…

         Hoy, por ejemplo, observamos en los rostros demasiadas personas confusas y apáticas, bloqueadas e inactivas, derrotadas y sin ganas de luchar…

         No son momentos fáciles, pero nos equivocamos si sólo nos preocupan las derivaciones de la crisis económica en sus aspectos materiales y no cuidamos los elementos psicológicos que han de aportar elementos necesarios para afrontarla...

         En una palabra, vigilemos las ansiedades… Juegan muy malas pasadas…

 

 

 


sábado, 17 de septiembre de 2022

Cortesía... La Puntilla, 18 de septiembre de 2022

 

Cortesía...

 

Sorprendido por el menguado interés que suscitó La Puntilla de la semana pasada sobre la conciencia crítica sospecho que también la de esta semana generará pocas visitas y comentarios en mi blog.

Porque voy a hablar de uno de los valores más desprestigiados en la sociedad actual, como es la cortesía.

Me gusta la definición que ofrece el Diccionario: demostración o acto con el que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene alguien a otra persona…

Apliquemos estos parámetros a la situación que observamos hoy mayoritariamente en las relaciones con las personas, y podremos deducir fácilmente que somos mayoritariamente una sociedad de descorteses…

Pío Baroja, poco sospechoso de autor moralizante y retrógrado, escribió ya en su tiempo estas palabras: tanto ha decaído la cortesía que ya casi nos parece insólito encontrar una persona educada, aún entre quienes debieran ser más corteses…

Hoy privan, y no sólo entre los jóvenes, la agresividad, la violencia, el desdén y la mala educación; y los más débiles, enfermos, desorientados o ancianos, entre otros, sufren las peores consecuencias de una sociedad en la que la fuerza, el poder y la competitividad avanzan a codazos, caiga quien caiga.

Es preciso, por lo tanto, hacer una nueva y persistente llamada al espíritu de servicio, la paciencia, la benignidad y la calma, que son algunas de las manifestaciones de la cortesía.

Siempre se ha dicho que la cortesía es la esencia del amor a las personas, y ahí está el verdadero valor que es preciso continuar trabajando. Porque amar de verdad es una de las asignaturas más importantes que es preciso superar si se quiere aprobar en la difícil carrera de la vida.

 

 


viernes, 9 de septiembre de 2022

Conciencia crítica. La Puntilla, 11 de septiembre de 2022

 

Conciencia crítica

 

Es muy acertado el dicho que afirma que antes de hablar hay que definir las palabras, porque, de lo contrario puede suceder, y sucede, que dos o más estén hablando de lo mismo desde conceptos entendidos de distinta manera, y así nunca se pondrán de acuerdo…

Oigo un tertuliano afirmar: <es que hoy no hay conciencia…> y acudo al diccionario: Conciencia: conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios…

Luego conciencia tiene todo el mundo por el hecho de ser persona.

Ahora bien, lo que suele suceder es que hay una conciencia que podríamos llamar ingenua, y otra, desafortunadamente muy escasa, que es la conciencia crítica…

Veamos un poco las diferencias.


La conciencia ingenua:

–supervalora el criterio de los que mandan

–infravalora a quienes no tienen estudios…

es superficial en sus análisis

–se mueve básicamente por las emociones

–es incapaz de dialogar y de contrastar sus opiniones

 

Por el contrario, la conciencia crítica:

–no se satisface con las apariencias

–busca siempre las causas de las cosas

–asume responsabilidades y compromisos

–revisa de manera permanente sus posturas

–está atenta a la realidad práctica

 

Este esquema que hoy os ofrezco lo aprendí en un Cursillo sobre el pedagogo brasileño Paulo Freire y me ha ido muy bien en la vida. Por eso os lo he querido ofrecer también a vosotros en esta Puntilla.


viernes, 2 de septiembre de 2022

Conductas... La Puntilla, 4 de septiembre de 2022

 

Conductas...


         Se suele decir que en la vida hay tres tipos de personas que se olvidan de uno: las desagradecidas, las que ya no nos necesitan, y las que nunca nos han querido…

         La verdad es que este tipo de dichos se engarza en una pretendida sabiduría popular que resulta de por sí bastante equívoca porque carece de matices.

         Pero, con todo, no deja de ser cierto que el desagradecimiento, por ejemplo, suele ser muy abundante, que mucha gente tiene por norma aprovecharse de los demás, y que el amor de las personas no se fuerza, sino que se gana…

         Sirvan estas consideraciones en el umbral de un nuevo curso en el que la asignatura más importante, como decíamos la semana pasada, es la asignatura de vivir, y que para configurar una vida lo que más cuenta son las conductas personales y colectivas.

         Los que somos denominados, en ocasiones, nostálgicos de tiempos pasados, no dejamos de enorgullecernos de que entre las asignaturas de que éramos evaluados en nuestro tiempo había tres que han desaparecido prácticamente de las evaluaciones actuales: aplicación, urbanidad y conducta…

         Quizá no iría mal recuperar algunas de las actitudes que configuraban el contenido de aquellas curiosas asignaturas…

         En definitiva, la base de una buena educación es no hacer a otros lo que no queremos que nos hagan a nosotros… Pero la educación no se hereda, sino que se conquista…