sábado, 24 de junio de 2017

La Puntilla - 25 de junio de 2017 - Si tuviera un trozo de vida...



Si tuviera un trozo de vida...

Revolviendo papeles, me he dado de bruces con un supuesto escrito de Gabriel García Márquez, datado el año 2013,que inundó las redes comunicativas de todo el mundo.

Por razones de salud (un càncer linfático), el laureado escritor se despedía de la vida pública y enviaba a sus amigos una carta de despedida.

El sorprendente y emotivo texto dio lugar a toda clase de especulaciones, y no faltaron, naturalmente, quienes erigiéndose en pontífices del pensamiento indicaran rotundamente que aquellas palabras no eran del escritor colombiano. Una vez más se imponía el incierto criterio de juzgar las cosas no por lo que se dice o hace, sino por quien las dice o las hace. 

A mí, naturalmente, no me importa si aquel texto lo escribió o no García Márquez; y lo que sí he vuelto a recordar, cuando lo he tenido una vez más ante mis ojos, es que me sorprendió la insistencia con que el autor de aquellos pensamientos repetía la coletilla si tuviera un trozo de vida... en contraposición a quienes la tenemos todavía bien plena. 

El texto,por ejemplo, decía:

- si Dios me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva, pensaría todo lo que hago;

– si yo tuviera un trozo de vida no dejaría pasar un solo instante sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. 

Me quedo con estos dos pensamientos y me pregunto: ahora que podemos decir que tenemos todavía una vida en plenitud, ¿por qué no vivir y practicar estos dos compromisos? Pensar lo que hacemos y amar lo que amamos.

No esperemos al final para aprender a vivir. 

Vivir es una asignatura que hay que aprobar cada día.


1 comentario:

  1. Porque lo dejamos todo para última hora.Como siempre.
    Pensamos que el final está lejos,y .¡zas!nos pilla desprevenidos.

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