MONÓLOGO DE PAZ
Envuelto en el silencio como única compañía, cierro los ojos para encontrarme solamente conmigo mismo; y aguardo la sabia inspiración « sentado en un umbral como un mendigo...»
Quiero saborear la paz de la soledad buscada.
Andamos demasiado atribulados por voces, ruidos, enfrentamientos y desasosiegos... Nos invaden excesivas codicias, discusiones y mentiras...
Pausa.
Necesitamos la pausa de la serenidad para poner orden a tantos extremismos.
¿Por qué tanto engaño en la valoración de la realidad?
De tanto trajinar emociones y ambiciones perdemos el camino de la vida.
Dejemos, pues, de aspirar a ser protagonistas de heroicidades que se desvanecen.
La vida intensamente vivida nos alecciona sobre la vida todavía por vivir. La historia y la experiencia han de seguir siendo las buenas maestras a las que es necesario escuchar,
Pasan los minutos.
En la profundidad de mi ser, de mi mente y de mi corazón, razón y emoción son un poco más fieles a la profunda razón de lmi existencia.
Mi interioridad ha quedado reforzada, para intentar de nuevo ser quien soy y quien deseo ser.
Bendita sea esta pausa de paz.
El silencio como compañero, la soledad a tu lado.
ResponderEliminarDe vez en cuando una oración a ese Dios bondadoso y que sonrie.
Siempre la vida a tu lado.
Gracias Manel.