GRATITUD Y GRATUIDAD
Se dirigía a un grupo de niños y niñas y les preguntaba: – ¿Cuántas veces a la semana les decís la palabra «gracias» a vuestros padres?...
Hablaba a un grupo de mayores y les cuestionaba: – ¿Cuántas acciones gratuitas contabilizáis a lo largo de una semana?
Gratitud y gratuidad: he aquí vos valores morales que transcienden ideologías religiosas y políticas. Dos cualidades éticas que debieran ornamentar la conducta humana.
Pero no nos engañemos: una cosas es el deber ser y otra el ser. Y hoy asistimos, en general, a un déficit de ambas actitudes.
De ser bien nacidos es ser agradecidos, dice la frase típica y a veces tópica... Pero ¡cuánta ingratitud hacia personas a las que debemos mucho...!
Da gratuitamente lo que tienes y tendrás de lo que careces... Existe una clara tensión entre el ser material y los valores inmateriales, y suele ganar el primero.
Pues no hagamos de la gratitud únicamente una fórmula vacía, ni reduzcamos la gratuidad a puros intereses econòmicos.
Son algo más.
Porque son, en definitiva, dos de las cualidades más nobles del ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario