sábado, 18 de julio de 2020

La letra pequeña - La Puntilla, 19 de julio de 2020


La letra pequeña

Se nos ha advertido más de una vez que antes de firmar o aceptar un contrato hay que leer la letra pequeña, pues es ahí donde suelen albergarse cláusulas abusivas...

Pues bien: hoy estamos en una sociedad que muestra mucho empeño en ocultar la letra pequeña...

Por poner un ejemplo, siempre habíamos entendido que una democracia es sinónimo de consenso, participación del pueblo, escuchar su voz y huir de imposiciones; pero he aquí que nos encontramos cada vez más con una manera de hacer que oculta la letra pequeña de intereses partidistas...

Véase, por ejemplo, cómo se está llevando todo este tema de la pandemia del covid-19.

¿Qué letra pequeña se oculta detrás de las decisiones que se adoptan?

Los más ingenuos y menos críticos afirmarán, sin duda, que los gestores públicos hacen lo que pueden y que fomentar el miedo, exigir confinamientos y imponer medidas drásticas son decisiones que se toman por el bien de la gente, para preservar su salud...etc. ¿Pero es esta toda la verdad?

Pedagógicamente no es ningún secreto que la técnica del miedo y el castigo no suelen ser herramientas muy útiles y suelen provocar efectos contrarios... Pero es que, además, lo que verdaderamente se nos oculta, por ejemplo, es el estado actual de la salud pública y la gestión permitida de las residencias... Y todo parece indicar que la mala conciencia de los políticos pasados y actuales en la atención a estos dos factores pretende ser apagada por las decisiones que se adoptan...

Si se quieren frenar los nuevos brotes de pandemia, mejórese al máximo la atención sanitaria en los centros públicos mediante más medios y personal, y anúlense los contratos buitre con empresas, cuya única finalidad es lucrarse, sea a base de obras y cemento, o de personas mayores y trabajadores...

Que ya está bien de errores y decepciones... Y que encima tenga uno que oír: pobres políticos que se quedan sin vacaciones y tendrán que afrontar una gran crisis económica... ¿Los políticos, o nosotros? Que ya está bien vivir de emociones provocadas...

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