Jóvenes…
Diversos medios de comunicación hablan
últimamente más de los jóvenes, destacando, entre otros factores, temas como
éstos:
–el aumento de ansiedad y estrés con el
que viven muchos de ellos a causa de la presión en los estudios y, sobre todo, la
incertidumbre frente a su futuro laboral y/o económico;
–también la subida de los índices de
depresión y las situaciones de sentirse aislados y estigmatizados socialmente;
–y, a la vez, el aumento de los suicidios,
como una de las principales causas de muerte en este grupo de edad.
Estos tres factores, entre otros, preocupan
a padres, sociólogos y educadores, que exigen soluciones que no siempre llegan,
o no llegan adecuadamente. Y el tema es preocupante ya que esta situación de la
juventud tiene consecuencias que atañen a la estabilidad política y social de
un país.
Por ejemplo éstas:
–la apatía y el desinterés por la
participación política; y/o la errática decisión de votar partidos cuyas
nefastas actuaciones desconocen porque no las han vivido;
–la indiferencia y/o el rechazo de los
valores espirituales y religiosos no tanto como opción personal reflexionada,
sino por influencia de quienes los rechazan y combaten;
– y el excesivo culto a la imagen
totémica, sin personalidad suficiente para elaborar opciones propias,
libremente elegidas,
He aquí algunas de las consecuencias
que observamos hoy en muchos jóvenes, aunque, a la vez, hay que indicar también
esperanzadamente que crece el número de ellos, chicos y chicas, que van venciendo
estos obstáculos…
La gran escritora belga Margarita
Yourcenar escribió: Era muy joven para sospechar que la
existencia no está hecha de impulsos súbitos y de constancia obstinada, sino de
compromisos y de olvidos… Una gran verdad.