LA INJUSTA JUSTICIA...
Ahora que el mundo del fútbol parece estar exultante porque el deseado Ward impartirá justicia y evitará los penaltys injustos y los fuera de juego no señalados, la calle, sin embargo, clama y clama contra las injusticias cotidianas de la justicia...
Tarea difícil ésta de impartir justicia. Está en manos de seres humanos y el ser humano tiene sus limitaciones y fronteras...
El auténtico problema, sin embargo, radica en que una es la vara de medir los hechos por parte de una persona éticamente noble, interiormente sana y sin apego a los propios intereses, y otra muy distinta la manera de hacer de quienes no caen en la cuenta de que impartir justicia en los tribunales es simplemente un juego dialéctico entre fiscales, abogados y jueces que utilizan la vara de medir de unas leyes que, a menudo, no están suficientemente elaboradas y definidas, ni adecuadamente adaptadas a los principios éticos que han de regir cualquie conducta humana
Una magistrada me llegó a decir en una ocasión que estaba harta de la incompetencia y deshonestidad de algunos fiscales y abogados: Decía: <juegan delante mío a un simple mercadeo más o menos hábil de intereses contrapuestos...y me ponen en el aprieto de tener que condenar a quien no puede gozar de un abogado más hábil o de un fiscal más tolerante...
El tema es complejo y merece un replanteamiento mucho más ajustado a la realidad ética, y un poco más alejado de tantos intereses partidistas e ideológicos.
Se dice, a veces que el problema está en que al mundo de la justicia no le ha llegado todavía la democracia, y que el ADN de muchos jueces, fiscales y abogaos está todavía anclado en parámetros culturales que se tendrían que suponer ya superados.
Es probable, porque lo que es innegable es que el grado de competencia cultural, en todos los ordenes, es hoy alarmantemente pobre, muy pobre...
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