HALLOWEEN...
Lo escribí hace un tiempo y lo vuelvo a ratificar hoy. Halloween es la mejor muestra de que cada uno puede hacer el ridículo de la manera que le plazca. Allà cada cual.
A mí lo que me indigna es la globalización pseudocultural de que somos objeto.
Vivimos en Catalunya, y nuestras tradiciones en torno a los difuntos y a la fiesta de Todos los santos son lo suficientemente valiosas y tradicionales, y no sólo en el aspecto religioso, como para no dejarlas perder y sustituirlas por importaciones anglosajonas...
Halloween es una fiesta de orígen celta, que ingleses, y sobre todo irlandeses, exportaron a los Estados Unidos, donde fue convertida, prácticamente en una fiesta infantil - y ahora parece que no tan infantil- dentro de la sociedad consumista norteamericana, olvidándose del recuerdo de los difuntos, y convirtiendo el hecho de la muerte en un jolgorio...
El famoso trick or treat (broma o regalo) con el que amenazan los niños (y ahora también los no tan niños) que van pidiendo por las casas, es, por ejemplo, una magnífica manera de enseñarles desde pequeños a que las cosas en la vida se consiguen con amenazas... ¡Magnífica manera de educar....!
Catalunya, insisto, cuenta para estos días con tradiciones muy arraigadas y seculares, como son el homenaje y recuerdo a los difuntos, visitándolos en sus tumbas y adornándolas con flores, asi como las celebraciones de las castañadas, los panellets y los boniatosd al horno, rociados con un buen moscatel...
¿Qué necesidad tenemos, pues, de tantas calabazas, brujas, fantasmas, nabos luminosos, esqueletos y otras mandangas...
Un buen signo de convivencia es que quienes han venido de otros lugares de Cataluinya se integren en la cultura del país a donde han llegado. Pero ahora se ve que todo esto ya no tiene ninguna importancia.... ¿O es que hay, quizà, mucho interés. en desprestigiar las propias costumbres culturales...?
Bon dia, Tens tota la raó Manel.
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