sábado, 31 de agosto de 2019

Laicidad y laicismo - La Puntilla - 1 de septiembre de 2019


Laicidad y laicismo

No lo saben, lo saben, y/o prefieren no saberlo...Lo cierto es que hoy son muchos los que confunden la laicidad con el laicismo...

Y es que, para entendernos, una cosa es la laicidad, que supone, por ejemplo, que un Estado no confesional garantice la libertad religiosa, y que todas las religiones  puedan creer y vivir su propia fe y organizar el funcionamiento de sus propias comunidades; y otra cosa muy distinta es el laicismo que, como todos los -ismos, comporta un concepto doctrinal, con clara confrontación a otras maneras de concebir la vida... 

La laicidad es sana y democrática, mientras que el laicismo es profundamente antidemocrático, y de ahí la sorpresa ante muchas de las cosas que están pasando entre nosotros.

Es verdad, y hay que reconocerlo, que la iglesia católica en nuestro país viene de donde viene: de años y más años en que monopolizaba una manera de entender la religión (únicamente la católica, por supuesto) y constituía un poder con implicaciones en àmbitos que no eran suyos, a la que vez que gozaba de privilegios que no le correspondían. 
Pero esto no justifica que hoy entiendan muchos que ha llegado el momento de la revancha, es decir del laicismo agresivo, irrespetuoso, vengativo y dictatorial...

La laicidad, como signo de emancipación y de autonomía de las realidades temporales, fue ampliamente reconocida en el Concilio Vaticano II, sobre todo en la Constitución sobre la Iglesia y el mundo moderno.. Otra cosa es que a España esta realidad tardase en llegar...

Pero lo que no es de recibo es que hoy muchos que se llaman demócratas entiendan que es el momento de vincular únicamente la Iglesia católica a determinados partidos políticos, o  a maneras de entender la vida; o, lo que es más abundante todavía, crean que ha llegado el momento del resentimiento y de marginar a la iglesia catòlica a la sacristía... Una persecución a la iglesia católica, ni a ninguna otra confesión religiosa, nunca será un ejercicio de democracia, sino de pensamiento dictatorial...

Un político me soltó un día a la cara: a la iglesia catòlica, ni agua...  Quizá sea esta su manera de entender su gestión, y lo siento por los más pobres y débiles de su municipio....


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