sábado, 14 de marzo de 2020

VIRUSPANDÉMIA - La Puntilla - 15 de març de 2020


VIRUSPANDÉMIA

Una de las cosas que me ha enseñado la vida es que ante hechos o realidades que nos desbordan es muy útil preguntarse siempre quién se beneficia de su existencia... La respuesta a esta pregunta ayuda a entender mejor el por qué de su presencia...

Por eso, ante esta auténtica guerra biológica e histeria colectiva en la que estamos inmersos, mi interrogante vuelve a aflorar: ¿quién se beneficiará de todo esto?

La respuesta no es simple ni fàcil, porque no tenemos suficientes datos como para poder elaborar una respuesta convincente; pero de lo que no cabe duda, por ejemplo, es de que toda esta situación va a provocar, aparte de la pérdida de vidas humanas, una debacle económica considerable, y ya sabemos que en el sistema económico vigente los más débiles son siempre los auténticos perdedores...

Por otra parte, es obvio que nos hallamos en un grave estado de alarmismo y preocupación en el que habrá, sin duda, quienes lo aprovecharan en servicio propio. 
Por ejemplo:
              – los especuladores de todo tipo que se aprovecharan de la alarma colectiva
              – los empresarios que verán la oportunidad de reducir puestos de trabajo
              – los pillos que intentarán, con falsedades, acaparar posibles ayudas sociales
              – quienes aprovechen las medidas preventivas como unas vacaciones pagadas...
              – los políticos que intenten ganar votos con sus repetidas falsas promesas
                 y la lista podría alargarse...

Añádase, además, otro interrogante: ¿servirá todo esto para mejorar la sanidad pública y, sobre todo, para fomentar una mejor formación sanitaria en los posibles usuarios? Porque es triste comprobar cómo en este lamentable suceso ha aflorado una vez más, de manera manifiesta, la deficiente cultura sanitaria de nuestra sociedad. Sólo para poner un ejemplo,  con ocasión de esta viruspandémia se han detectado en la red digital la difusión de 146 desinformaciones en relación con el coronavirus... ¡Cómo juegan algunos con la incultura de la gente!...

En fin, seamos solidarios con las medidas que nos piden, pero no renunciamos a ser críticos. La solidaridad no puede renunciar al espíritu crítico.



           




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