Inmovilismo
Oigo una afirmación: «el inmovilismo está destrozando nuestra
sociedad», y es opinión de persona cualificada…
Consulto,
pues, el diccionario y leo: «inmovilismo:
tendencia a mantener sin cambios una situación, política, social, económica o ideológica»
¿Tiene, entonces, razón el opinante?
Me
pongo a pensar y deduzco que, en efecto, hoy existen muchas situaciones
inmovilistas, más de las que quizás percibimos, y que realmente no ayudan a la
mejora de nuestra convivencia social.
Por
ejemplo:
–
¿son realmente creativos muchos de nuestros políticos frente a la situación
económica y social en que se encuentran hoy muchas personas?
–
¿es creativa y renovadora la iglesia frente a planteamientos éticos y morales
que resultan hoy más que discutibles?
–
¿somos nosotros, en general, personas creativas en la búsqueda de iniciativas
que promuevan el bienestar de los demás?
–
¿cómo es posible que haya hoy cada vez más individuos que se aferren a
ideologías que se creían superadas después de aportar tristes experiencias?
–
¿qué aportamos, en general, nosotros para afianzar en nuestra convivencia una
vida más saludable, con el máximo respeto al medio ambiente de la casa común,
que es el mundo que vivimos?...
Creo
que mi interlocutor tenía razón: somos todavía demasiado inmovilistas en ideas
y en conductas… Y así nos va.
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