Palabras distorsionadas…
El profesor enseñaba muy
adecuadamente a los alumnos: las palabras mueren cuando muere lo que verdaderamente
significan o quieren expresar… Y decía, también, que hay palabras totémiques
que pueden convertirse en tabús, cuando la sociedad las denigra o
deliberadamente las ignora…
Vivimos estos días, por ejemplo, una de
esas palabras que mayoritariamente quiere expresar una realidad que hoy es casi
ignorada, o muy mal interpretada: Cuaresma…
En una
sociedad mayoritariamente secularizada preguntar hoy, sobre todo a las
generaciones más jóvenes, qué es y qué significa la Cuaresma puede dar
lugar a un gran desconocimiento, o, por lo menos, a una tergiversación de su verdadero
contenido y significado…
Y no se diga que esto es debido, sobre
todo, a un gran prejuicio ante la prescripción cristiana de ayunar, no comer
carne, hacer penitencia…etc. Porque
quienes estén al día sobre lo que verdaderamente pretenden vivir muchos cristianos
estos días de Cuaresma saben que se trata de una invitación a la
reflexión, al comportamiento ético y al servicio a los más débiles… Y éstos son
puntos y tareas para creyentes y para no creyentes, para practicantes y para no
practicantes… ¿O es que los valores espirituales son únicamente propios de los
creyentes y no de los que se dicen agnósticos o ateos?
Una mirada al interior de cada persona
para encauzar su propia acción es tarea propia de cualquier persona
responsable, muchos más allá de sus propias creencias… Y no sólo en el tiempo
de la Cuaresma cristiana…
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