viernes, 28 de junio de 2024

Dar importancia. La Puntilla, 29 de junio d'e 2024

 

Dar importancia…

      

       Desde que, cuando era un niño, alguien me narró un cuento de Rabindranath Tagore, el flamante Premio Nobel de Literatura del año 1913, tuve especial interés en leer más cosas sobre este poeta y dramaturgo indio; y entre las frases suyas que tengo recogidas hay una que creo muy propicia para los tiempos que corren. Dice así:

         Uno de los errores más grandes de la vida actual es dar importancia a cosas que, en realidad, no la tienen…

        El tema merece una reflexión muy profunda.

         No cabe duda de que la expresión dar importancia cuantifica, engrandece o disminuye, la realidad de los denominados problemas…

         ¡Cuántas veces habremos oído en boca de otro la expresión tengo un gran problema y nosotros habremos pensado pues yo no veo el problema… ¿Dónde radica, entonces, la diferencia de criterio? Pues, en mucha parte, en la importancia que cada uno le da al tema…

         En un lenguaje más actual Tagore podría decirnos: tenemos demasiados miedos y son esos miedos los que provocan que valoremos excesivamente cualquier cosa que podamos perder… De ahí que no siempre sepamos relativizar las importancias de las cosas…

         Y para complementar la reflexión sobre lo que nos puede pasar es importante también saber controlar la valoración emocional que hacemos de las situaciones, porque la verdadera importancia de las cosas va siempre más allá de las emociones que nos puedan provocar…

         ¡Qué importante es, pues, dar a cada cosa la importancia que tiene; a cada uno el lugar que le corresponde y a cada sentimiento el tiempo necesario…

               

viernes, 21 de junio de 2024

Las manzanas de oro. La Puntilla, 22 de junio de 2024

 

Las manzanas de oro...

        

         El pintor italiano Guido Reni (1575-1642) es el autor de un cuadro titulado Hipómenes y Atalanta que es un buen símbolo de situaciones que hoy se producen entre nosotros.

         Atalanta era una muchacha que se ofrecía en matrimonio a quien lograra vencerla en una carrera. Hipómanes aceptó el reto y logró mediante una certera estrategia: se proveyó de tres manzanas de oro y en el transcurso de la carrera las fue lanzando al suelo paulatinamente…Cuando aparecían, Atalanta se detenía a recogerlas, con lo cual acabó perdiendo la carrera…

         El simbolismo es claro: hoy son muchas las personas que en la carrera de la vida acaban perdiendo sus mejores deseos y aspiraciones por el tentador culto a las manzanas de oro que alguien les ofrecen en el camino de la vida…

         La tendencia materialista ataca y hiere los ideales que surgen en el interior de las personas, y esta situación hace aún más necesario que nunca el trabajo interior que los afiance y reafirme.

         Hoy vivimos tiempos difíciles para la ética y las convicciones. Todo parece abocado al relativismo y se cambia de chaqueta al aire de los vientos que bufen a favor propio…

         Por fortuna no todo es negativo y corrupto; pero cuando las situaciones existen es preciso encender las alertas…

          La historia de Hipómanes y Atalanta acabó cuando, por profanar el santuario de la diosa Cibeles, ésta les castigó y los convirtió en leones que tirasen del carro en que ella va sentada, como puede verse en la famosa fuente de Madrid...

         Tal vez hoy las guerras, el hambre, las dictaduras y las injusticias sean también el castigo de una diosa tierra enfadada por el mal uso que de ella hacemos quienes la habitamos…

viernes, 14 de junio de 2024

El cómo y el por qué - La Puntilla, 16 de junio de 2024

 

El cómo y el por qué…

         El gran sabio griego Aristóteles solía explicar una pequeña anécdota que agradaba mucho al profesor López Aranguren. Decía:

         Un buen zapatero no es aquel que hace los mejores zapatos, sino aquel que sabe sacar el mejor partido del material que tiene para hacerlos…

         ¿Qué quería decir Aristóteles con lo de sacar el mejor partido?

         Aranguren lo explicaba: sacar el mejor partido moral, quiere decir que cada persona tiene que construir una vida éticamente correcta a partir de los elementos y oportunidades que le ofrece la vida cotidiana… Y añadía: en la vida hay un cómo hacemos lo que hacemos y un por qué hacemos aquello que hacemos…Más claramente: hay un proyecto global de vida y el pequeño proyecto de vida de cada día…

      Hoy observamos, sin embargo, que estos pensamientos y estas motivaciones están demasiado ausentes en la vida cotidiana de muchas personas.

         Si no hay un por qué trabajado, incorporado, interiorizado y alimentado difícilmente habrá un cómo coherente…Cuando Bauman habló de una sociedad líquida se refería a que la conducta hoy de muchas personas no es sólida, no es permanente, sino cambiante como el agua de los ríos… Más aún: hoy ya cabe decir que la sociedad es cada vez más gaseosa, es decir, malvive en un entorno donde todo se evaporiza, todo se convierte en incierto e indeterminado…

         Da la sensación de que son demasiadas las personas que van de turistas por la vida, cargadas de una gran mochila de ambigüedad moral.

          

viernes, 7 de junio de 2024

Vivir de consignas - La Puntilla, 8 de junio de 2024

 

Vivir de consignas…

         Más allá de otros ámbitos, la palabra consigna aplicada a agrupaciones políticas, sindicales o colectivos organizados es muy clara: directriz que se imparte a sus integrantes…

        Este hecho, aplicado a estas agrupaciones, podría, de alguna manera, entenderse; pero lo que resulta mucho menos comprensible es que, más allá de estos colectivos, sea cada vez es más frecuente que se vayan imponiendo en la sociedad otro tipo de consignas interesadas que pretenden manejar la conducta de las personas…

         Pongamos algunos ejemplos:

         –Hoy lo que importa es la ambición, no la inteligencia…

         –Las cosas no son como son; todo depende de cómo se toma uno las cosas que le pasan…

         –Hoy pensar en Dios es pensar en su silencio…

      –La gratuidad es alienante…Cada uno ha de moverse por su propio interés…

         –La fe es, simplemente, una manera de huir de la realidad…

         –El integrismo no es una patología, sino una forma social de integrarse en la sociedad…

         –Las utopías son ingenuidades de los débiles…

         –El mundo está dominado por las nuevas tecnologías y ante ellas el ser humano se halla totalmente indefenso y manipulado…

        

         La lista podría seguir, pero pongo aquí punto final.

         Mi reflexión es clara: invito a todos mis lectores a no seguir consignas ideológicas que tanto deshumanizan hoy a nuestra sociedad…