sábado, 25 de enero de 2020

DIRIGENTES... La Puntilla, 26 de enero de 2020


Dirigentes...

El diagnóstico es cada vez más unánime: hay hoy en nuestra sociedad una manifiesta crisis de dirigentes...-

Uno hasta casi se atrevería a dar la razón al ya clásico Principio de Peter, según el cual « en una sociedad jerarquizada cada cual alcanza el máximo de su incompetencia », principio que se cumple, obviamente, en muchas ocasiones cuando se otorgan determinados cargos a ciertas personas...

Recuerdo que en una ocasión me preguntaron qué cualidades tendría que tener una persona para ser un buen dirigente, y tuve que pensarme muy bien la respuesta. 

Porque está claro que no se puede generalizar, ya que uno de los puntos más importantes es conocer a qué cargos nos referimos, ya que no todas  las personas sirven para todo, ni todo el mundo tiene una preparación universal como para valer para cualquier cargo.

Pero más allá de la preparación cultural, sí que opiné que para mí hay tres cualidades que debieran ser unánimes si se quiere llegar a ser un buen dirigente, trátese del ámbito que se trate.

Y éstas son:

- la coherencia entre el estilo y el tren de vida del dirigente y lo que pide y exige de sus subordinados, porque ay de aquel de quien se pueda decir no hagas lo que hace...

- la adaptación a la evolución y ritmo de las personas, aceptando las diferencias y no absolutizando las normas, imponiendo pesadas cargas que el mismo no está dispuesto a llevar...

- y el incuestionable compromiso de no buscar en el cargo el propio lucro o prestigio personal por encima de todo...

Creo que la credibilidad de un buen dirigente se evalúa por estos tres créditos. 

Y así nos va con muchos de nuestros dirigentes... 





sábado, 18 de enero de 2020

Utopías - La Puntilla - 19 de enero de 2020


UTOPÍAS

Recibo un comentario a una frase de mi Puntilla del 5 de enero pasado. Yo decía:  siempre me ha gustado instalarme en el horizonte de la utopía porque sin utopía no hay creatividad...  Y mi interlocutor pregunta: ¿no cree usted que los utópicos son simples soñadores frustrados? ¿Piensa usted que con utopías se pueden cambiar las cosas?...

Es lógico que cada cual piense como quiera y sea dueño de sus ideas y afirmaciones y, por lo tanto, no pretendo entrar aquí en disputas de salón; pero quiero precisar algunas de las cosas que pienso utópicas, pero posibles...Porque utopía no es para mí, simplemente, sinónimo de ensoñación, o palabra que se lleva el viento...

Vivimos, ciertamente, en una etapa de ideologías, pero debiéramos plantearnos si no nos estamos quedando sin ideas...; y utopía es, para mí, por ejemplo, tratar de recuperar las ideas como fuente de creatividad...

Sugerimos, muchas veces, que no es de recibo hablar con la boca llena, es decir desde el bienestar y la comodidad, pero utopía es, sin duda, preocuparnos más de no hablar con la cabeza vacía...

Hablamos demasiado de democracia, y lo hacemos casi siempre desde la mediocridad, y si algo no le sirve a la utopía es,precisamente, la mediocridad...

Nos quejamos de la gente que sufre, pero somos incapaces de hacer algo por la gente que sufre..., y eso es también, ir claramente contra la utopía...

Contemporizar con la deshumanización reinante es el mejor signo de falta de fe en la capacidad del ser humano para defender su propia dignidad. 

Por eso,no dejar de creer en la capacidad de reacción de los hombres y mujeres de nuestro tiempo es el mejor acto de fe en la utopía. 

Todos tenemos la palabra y la acción.


sábado, 11 de enero de 2020

OBSERVAR - La Puntilla, 12 de enero de 2020



OBSERVAR

Dicen que hay una fase de la vida en la que se entra más decididamente en un ejercicio más crítico y permanente de observación de la realidad, con la correspondiente reacción. 

Y los síntomas parecen bastante obvios:

– una saludable indiferencia (he escrito saludable, o sea no una indiferencia que abandona sentimientos y amistades, sino que relativiza afanes y temores...)

–un estoicismo útil, es decir válido para soportar adversidades e imprevistos

–un ritmo calmado y silencioso, alejado del ruido, la precipitación y la improvisación

–un postrero esfuerzo por la cultura y la búsqueda de respuestas a los grandes enigmas

–una tensa calma ante la existencia de  tantas luchas perdidas por parte de quienes pretendían una sociedad mejor

–una serena aceptación ante el oscurecimiento de muchos pensamientos nobles y sueños hermosos


Yo no sé si esta media docena de observaciones es exclusiva solamente de una fase concreta de la vida, pero a mí me van cundiendo...

Y, de hecho, observando los innumerables gritos heridos y desentonados que han proliferado en estos diez primeros días del 2020 de las gargantas destempladas de nuestros detestados políticos, mi reacción ha sido muy calmada: – con su pan se lo coman...que el principio de la sabiduría es saber ignorar... Lo dijo Unamuno.






sábado, 4 de enero de 2020

PREGUNTAS...La Puntilla, 5 de enero de 2020



PREGUNTAS...

Harto de tanta palabrería, tanto enfrentamiento y tanta escenificación vana después de tragarme largas horas de la primera sesión de investidura del nuevo Presidente de gobierno, se me ocurre que todo pudiera haberse simplificado bastante si, previamente a hablar en el hemiciclo, se hiciera, a cada uno de los diputados y diputadas, un bloque de preguntas previas. 

Por ejemplo éstas:

         – Usted, ¿a qué viene a la política?

         – ¿Cuál es su compromiso ético con sus votantes? 

         –  ¿Se considera suficientemente preparado no sólo para su gestión, sino, sobre todo, para superar las obvias tentaciones de abuso de poder y corrupción económica que se le pueden presentar?
             
         – ¿Qué cree que puede aportar con su dedicación para mejorar el bienestar de la gente que le rodea?
  
           –¿Piensa vivir permanentemente de la gestión política, o le dedicará solamente unos años de servicio, para ganarse luego la vida con su profesión?

           – ¿Qué imagen personal desearía que quedara de su paso por la política? 

           Soy consciente de que plantear todo esto es convertirme en un utópico, y que la mayoría de estas preguntas no obtendrían respuesta, o serían respuestas disfrazadas de hipocresía...

              Pero siempre me ha gustado instalarme en el horizonte de la utopía, porque sin utopía no hay creatividad.
             Soy consciente, como el gran Eduardo Galdeano, que por mucho que camine nunca alcanzaré mi utopía, pero la utopía sirve para eso: para caminar... 
             Y la mayoría de nuestros políticos, como demostraron suficientemente ante la televisión, siguen anclados en una mediocridad bananera y en un nefasto afán de poder...

  












sábado, 28 de diciembre de 2019

OCHENTA... La Puntilla - 29 de diciembre de 2019



OCHENTA...

Alguien que sabe que cumplo los ochenta y entro en la cuarta edad me envía un texto del prestigioso novelista norteamericano Henry Miller:

« Si a los ochenta años no estás mi tullido ni inválido y gozas de buena salud, si todavía disfrutas de una buena caminata y una comida sabrosa, si duermes sin pastillas, si las aves y las flores, las montañas y el mar te siguen inspirando, eres de lo más afortunado y deberías arrodillarte en la mañana y en la noche para darle gracias al Señor por mantenerte en forma...»

Lo leo despacio y varias veces este texto y me inspira unas líneas:

– muy de acuerdo con dar gracias mañana y noche al Dios de mi fe por la vida que hasta ahora me ha dado y he podido disfrutar

– que todavía me siguen inspirando las aves y las flores, el mar y las montañas es afortunadamente bien cierto, pero he de añadir, al bueno de Henry Miller, que a mí aún me inspiran mucho más también los signos y las personas de paz y de bondad, la cultura y el pensamiento

– duermo sin pastillas, y creo que todavía es mucho más de agradecer el hecho de poder dormir cada noche con la conciencia tranquila y el equilibrio emocional

– y no quiero acabar sin añadir que además de dar las más sinceras gracias al Dios de mi fe, las gracias, tengo que darlas, una a una, a todas las personas que han pasado y siguen pasando por mi vida, en mi ya larga trayectoria, porque de todas ellas, de las más y menos amigas, he aprendido mucho.

Hoy mi firma es, como no puede ser menos, la de un simple puntillero agradecido...

viernes, 20 de diciembre de 2019

PUNTILLA NAVIDEÑA... La Puntilla - 22 de diciembre de 2019


PUNTILLA NAVIDEÑA...

Soñaba posibles, o tal vez imposibles... Y le surgían demasiadas preguntas:

– ¿por qué no desterrar ya definitivamente el desfigurado nombre de Navidad y volver simplemente a las fiestas de la luz invernal?

¿ por qué no llamar las cosas por su nombre y proclamar claramente el mes de diciembre como0 el mes del consumo desenfrenado?

¿ por qué no mirar las estrellas que nos guíen hasta los niños famélicos de pan y de cariño?

– ¿  por qué no dejan de una vez los Ayuntamientos de gastar el dinero de los contribuyentes en paganizar la religiosidad?

– ¿ por qué la artesanía belenística no configura, junto al caganer, la figura de quien defeca por la cabeza, haciendo gala de su diarrea mental...?

Los interrogantes se le acumulaban, pero pensó que era mejor pasar al ámbito de los deseos para estos días... Y escribió:

– más ternura, proximidad y fraternidad entre las personas

– más gestos de bondad, perdón y solidaridad

– más espíritu crítico, valentía en la denuncia e implicación en el compromiso

– más paz interior; menos emoción y más razón; más sonrisas y menos amarguras...

Y acabó:

Y para todos los habituales visitantes de estas Puntillas, un abrazo de paz.

sábado, 14 de diciembre de 2019

ERRÓNEA DESCONFIANZA - La Puntilla - 14 de diciembre de 2019 -



ERRÓNEA DESCONFIANZA

         Le dieron un consejo:
– Si quieres aprender a ser un buen detective desconfía de todo y dedícate a poner trampas, para observar toda la tipología de reacciones que provoques en las personas que se interesen por resolver los enigmas plantees…

Y así lo hizo.

Se hallaba en un centro socio-sanitario y decidió hacer desaparecer un objeto valioso de la habitación de una enferma. Concretamente una joya de una señora muy señora…

Los familiares denunciaron el hecho a la recepción y a la dirección del centro, y en la planta donde se ubicaba la habitación de la señora empezaron a surgir los comentarios:

Seguro que ha sido su compañera de habitación;
– Pues a mí me parece que esa auxiliar negra es muy sospechosa…
– ¿Y por qué vamos a dudar de los que han venido de fuera, como si aquí entre nosotros no  hubiera también una buena proporción de chorizos y mangantes…?
– Yo aventuraría que esta desaparición se la ha inventado la propia señora…
– ¿Y por qué no ha podido ser este enfermero guaperas para hacerle un buen regalo a su chica…?

El aprendiz de detective ya tenía un buen racimo de comentarios para poder contrastar o desechar las diferentes hipótesis.
Él, sin embargo, ya sabía que ninguna de ellas se acercaba a la verdad, porque simplemente había escondido la joya en un lugar de difícil visión y acceso, en la misma habitación, hasta que la encontró una mujer de limpieza, que, por otra parte, no solía esmerarse mucho en su tarea…

POSTDATA: si vas por la vida con una desconfianza permanente errarás con bastante frecuencia… Huye de la sociedad de la sospecha...