viernes, 28 de octubre de 2016

La Puntilla - 30 de octubre 2016 - La derrota de la muerte



La derrota de la muerte

En expresión del gran poeta Miguel Hernández, el ser humano llega a la existencia con tres heridas: la de la vida, la del amor, y la de la muerte.
La herida de la vida se va cicatrizando paulatinamente mediante una vida intensamente vivida y llena de sentido (quién soy y qué quiero hacer con mi vida...)
la herida del amor se va cerrando mediante el ejercicio y la experimentación del amor en todas sus amplias y múltiples dimensiones.
La herida de la muerte, sin embargo, parece ser incurable y tenemos la sensación permanente de que nos vencerá irremediablemente.
Y, en efecto, para quien piense que toda la vida que se nos ha dado acaba con la sepultura, la muerte resulta decididamente vencedora.
Por eso, la única posible victoria sobre la muerte sólo se concibe desde la fe en la transcendencia. 
El Dios que nos da la vida como un regalo no puede ser otro que el Dios que nos promete la victoria sobre la muerte en una vida nueva más allá de la vida en este mundo. 
Un Dios que nos diera solamente la vida para arrebatárnosla en pocos o muchos años, resultaría, antropomórficamente, un Dios excesivamente cruel y sádico. No sería un Dios creíble. 
La herida de la muerte queda definitivamente cerrada y derrotada en la vida nueva que esperamos más allá de las limitaciones de este mundo.



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