Por un periodismo honesto y creíble
El pasado 11 de noviembre tuvo lugar en Barcelona un Congreso de Periodistas de Catalunya para reflexionar sobre la profesión, y especialmente sobre las exigencias éticas de la tarea periodística.
Es obvio que la profesionalidad y el sentido ético son los elementos que otorgan credibilidad a las informaciones, en un mundo en el que con las nuevas tecnologías cualquier persona puede convertirse en informadora, a través de las redes sociales.
La revolución digital ha provocado que Facebook i Twitter, por ejemplo, colonicen muchísimas mentes irreflexivas y poco críticas.
La denominada dictadura del clic, o la clicocracia, se ha impuesto, y deja a un lado la lectura crítica de los hechos.
Está claro, por otra parte, que hoy el periodismo clásico no atraviesa precisamente por un buen momento.
Se necesitan, pues, periodistas que reafirmen su compromiso ético con su profesión y mantengan el principio de responsabilidad social en su tarea informativa. Solamente estos periodistas son y serán creíbles.
El llamado periodismo amarillo, tan frecuente en las televisiones, las radios y los medios escritos, y ejercido, de manera particular, por tertulianos que tienen muy poco de periodistas, mantiene como principio fundamental que la realidad no les estropee sus titulares y sus opiniones, y que los televidentes, radioyentes o lectores vean, escuchen o lean lo que quieren ver, oír o leer. ¡Qué pena!
Com sempre tens raó,necessitem periodistes étics i responsables-Crec que ni han pocs
ResponderEliminarPodríem dir que hi han periodistes, paparachis i pallassos....
ResponderEliminarDepen de NOSALTRES saber a qui hem de creure.
gracias Manel por tu manera de ser y entender la vida,pero además por comunicarla,siempre tan lucida y comprometida, además de tus discursos al estilo del papa Francisco o como decimos en la Goac :Breve,conciso y preciso
ResponderEliminarHay un tipo de periodismo que se vende al mejor postor.No les importa destruir a las personas o entidades que no les son afines.También lo hay del bueno.¡gracias a Dios!
ResponderEliminar