sábado, 8 de julio de 2017

La Puntilla - 9 de julio de 2017 - LA PALABRA


LA PALABRA

¡Cuántas veces, en momentos sombríos, habrá retornado a nuestra mente y a nuestro corazón el inolvidable verso de Blas de Otero "si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra"...

Pero la palabra hay que cuidarla con mucho cariño y coherencia, pues es bien sabido que buenas palabras y ruines hechos, engañan a sabios y a necios...

Hoy, en medio de tanta palabrería vana, asoma más que nunca la contradicción entre lo que se dice y lo que se hace. Palabra de miel y obra de hiel, o palabra de almíbar y hecho de acíbar, son hechos demasiado patentes en los seres humanos contradictorios.

Las palabras tienen alma y es preciso cuidarlas, ya que palabras sin pensamiento, puro viento; o, lo que es  lo mismo, palabras vanas, ruido de campanas...

Y encontramos, además, otro hecho mucho más patente y es que muchas palabras se tergiversan de tal manera que se quedan vacías de contenido. ¿Quién no ha oído, por ejemplo, denominar a la bondad como disfraz de tontos,; beateria a la religiosidad; alta estima, al orgullo; o ilusión de cobardes, a la esperanza?... O, lo que aún es peor, afirmar que el amor es simplement pura atracción química...

Blas de Otero dijo también: si he sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mío y resultó ser nada. Si he segado las sombras en silencio, me queda la palabra...

La gran suerte, además, es que todavía para muchos la palabra es tan sagrada que merece ser escrita con mayúscula...



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