sábado, 26 de enero de 2019


HIPOCRESÍAS EMOCIONALES

La hipocresía, según el diccionario de la Lengua, es el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan...

Y sirva esta clarificadora definición para denunciar, una vez más, que vivimos en una sociedad muy hipócrita, frecuentemente fomentada por nosotros mismos con nuestras conductas...

Nos hemos pasado, por ejemplo, casi dos semanas pendientes de la recuperación de un niño víctima de un lamentable accidente; y alrededor de este hecho se han aireado i exhibido, en muchas ocasiones, sentimientos no sentidos, apasionadas y vacías exaltaciones de solidaridad y encumbramiento de personas y personajes carentes de excesivos méritos propios... 

Hemos vivido, pues, un auténtico boom de hipocresía emocional, debidamente orquestada por algunos medios de comunicación, quizás mucho más interesados en tapar otros problemas más reales y lamentables...

Escribo, por tanto, todo esto desde la indignación que me ha provocado la manipulación con la que pretenden engañarnos constantemente quienes dicen lamentar profundamente hechos como el desgraciado accidente del niño de Totalán, y, sin embargo, se mantienen insensibles ante la muerte diaria, a causa del hambre, de 8.500 niños cada día...Sí, léase bien: 8.500 cada día...  

Niños que no mueren de accidente, pero sí de la mayor catástrofe de la humanidad como es el hecho de asistir impasible al hecho de que más del 71 por ciento de la población mundial tenga que vivir con 8 euros, o menos al día...Y eso con la degradación añadida que siempre tienen las estadísticas...

Por lo tanto, a los padres de Julen, un gran abrazo de solidaridad en su dolor, pero a los voceadores de hipocresía,  denuncia y reprobación, y que dejen de airear cualidades que no tienen o sentimientos que no experimentan...

Por sus frutos los conoceréis...



1 comentario:

  1. Hubo de todo.Verdadero sentimientos de lástima y dolor.Así lo he sentido yo.
    Ya se conoce la manipulación en todas las cosas y casos.
    Pero tampoco está mal dolerse ante estas situaciones.
    Igual que me duele muchísimo la situación de Venezuela.
    Ayuda en las fronteras,paralizada por un criminal,y con mucha impotencia en el alma.

    ResponderEliminar