Selectivos para todo…
Una de las noticias de la última semana
han sido los exámenes de selectividad que han tenido que sufrir los estudiantes
para entrar en la Universidad.
Se dice que, por fortuna, ha sido ya el
último año en que se ha empleado este método e ignoro cómo serán a partir de
ahora las pruebas; pero lo que sí me pregunto es por qué solamente se emplea
este tipo de pruebas para evaluar el talento o la aptitud de los estudiantes, y
no se utilizan para poder obtener otro tipo de ocupaciones…Por ejemplo, los
cargos políticos, los cargos pùblicos…
El sistema de partidos ha provocado que
muchas de las personas que se presentan a las elecciones no muestren más
capacidad que el de ser plenamente obedientes a las consignas de su partido, e
incluso, en ocasiones, ignorando la auténtica dimensión y las exigencias de su
propia ideología...
Y no se trata, por supuesto de tener o
no títulos universitarios (realmente conseguidos, o regalados), sino que cuando hablo de talento entiendo, como señala José Antonio Marina, tener la inteligencia suficiente para
resolver los problemas y avanzar con resolución…
Talento, exigiría yo, y
probada conducta ética, a cualquiera que opte a un cargo público de
responsabilidad.
Si no somos exigentes y selectivos para
todo, además de hacer clanes cerrados, caemos en una nefasta meritocracia, y en
una injusta marginación muchas veces de los mejores y más preparados…
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