La condición humana…
Es con frecuencia un comodín lingüístico
referirse a la condición humana para
intentar explicar y/o justificar algunas de las miserias que se observan en las
conductas humanas.
Pero es precisar matizar esta
denominación.
El ser humano, se nos dijo desde
Aristóteles, es un ser racional
(aunque muchas veces sea el más irracional de los seres…), pero esto no basta…y
tal vez habría que decir que el ser humano es cabeza, corazón y voluntad…Y, por lo tanto, un buen análisis de la
conducta humana pasa por el equilibrio de estos tres factores.
Observando la manera de comportarse de
las personas, y sobre todo su enfrentamiento a los avatares de la vida, se
deduce con cierta facilidad cuál es el factor que predomina en la manera de ser
y comportarse de cada uno.
De uno se dirá que es todo raciocinio,
de otro, todo corazón, y de otro, voluntad de hierro, como puede también
afirmarse, a la vez, todo lo contrario…
Y con este bagaje vamos comprobando
cómo hay personas capaces de las mayores bajezas y personas capaces de los
mayores heroísmos…
En definitiva, cada vez aparece con más
claridad que la verdadera condición humana estriba en resolver cada cuál cómo
se plantea la ansiada felicidad…Y es que, en definitiva, el horizonte final es
intentar ser felices…
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