Olvidos...
A los que vamos teniendo una edad se nos achacan con
frecuencia nuestros olvidos, pero a mí me gustaría reflexionar un poco sobre el
tema, porque hay olvidos y olvidos…
El diccionario de la lengua es muy preciso sobre el
concepto del olvido; y a la vez que lo define como cesación de la memoria
que se tenía, o descuido de algo que se debía tener presente, lo define
también como dejar de tener afecto o afición por alguien o algo…y,
evidentemente, no es lo mismo lo primero que lo segundo. Como no es lo mismo entregar
al olvido, que tener en olvido…
Recientemente he leído una frase muy expresiva que
dice: todos los días tengo algo que aprender, algo que olvidar, y muchas
cosas que agradecer. Creo que es un buen programa de vida, y quisiera
incidir en la expresión tengo algo que olvidar…
Hoy día vivimos, preferentemente, en una sociedad de
olvidos negativos, y me refiero sobre todo a los más jóvenes, aunque no
solamente a ellos.
Un buen programa de conducta es aquel que olvida
las afrentas y agradece los favores recibidos; como un mal plan es
aquel que afirma perdono, pero no olvido, porque quien esto hace será
siempre víctima de sus recuerdos…
A las personas mayores no les afectan tanto los
olvidos propios de su edad, cuanto los olvidos de lo que hicieron por muchas personas
que debieran estar permanentemente agradecidas.
Cuando se dice que la historia es maestra de la
vida tendría que entenderse como el hecho de que es la historia la que nos ha
de enseñar a ser agradecidos. Y de ser agradecidos es ser bien nacidos…
No lo olvidemos…
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