Escribir...
Si se observa el aumento de publicidad sobre cursos para
aprender a escribir y ofertas para autopublicarse un libro, se diría que estamos
asistiendo a un mayor deseo de plasmar por escrito vivencias y experiencias
propias…
El hecho puede deberse, tal vez, a que está muy extendida la
idea de que escribir ayuda a alejar la soledad, porque, al menos, te puedes
encontrar y convivir con lo que escribes y con las personas que aparecen… Crear
personajes supone siempre rodearse de seres de compañía…
Hay, además, quienes piensan que escribir es la mejor manera
de cultivar la vida interior. Franz Kafka no dudó en afirmarlo: escribir
constituye mi única posibilidad de existencia interior; y otros creen que
la literatura es un refugio donde todo puede ocurrir…
Pero el problema que yo veo sobre este tema de escribir es
que, dada la preparación media del personal, escribir bien resulta
intolerablemente difícil, y más si se añade el hecho de que son demasiados los
que creen poder llegar a conseguir mediante la escritura el éxito de su vida…
El ser humano tiene, al menos, cuatro habilidades
comunicativas: leer, escribir, hablar y escuchar…Y bien está que aumente el
número de personas que cultiven y difundan sus escritos, pero hoy por hoy la
habilidad más ardua e inexistente es la habilidad de escuchar; y para ésta no
existen cursos… Es cuestión de un continuo y continuado ejercicio…
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