Ante
un nuevo curso…
El comienzo de un nuevo curso suele dar
pie para plantearnos preguntas: ¿qué objetivos concretos desearíamos conseguir?
¿en qué podemos colaborar para conseguir una sociedad mejor?
Se me dirá que esto hoy ya no se lleva,
pero los que nos consideramos de la vieja escuela, pensamos que son
preguntas interesantes y oportunas.
Si hay un pensamiento unánime entre la
gente con quien nos relacionamos es que existen a nuestro alrededor demasiadas
situaciones y conductas que no nos gustan…Vaya, que no nos acaba de agradar
esta realidad que nos rodea…
Pues bien: ante la realidad pura y dura
de las cosas sólo caben dos posturas: aceptarla con sumisión, procurando que
nos salpique lo menos posible; o poner algo de nuestra parte para cambiarla y
transformarla…
Estas son las dos actitudes que definen
a las personas: o sumisas al pensamiento único, o críticas y comprometidas en
la transformación de la dictadura del dinero y el consumo. O sociedad líquida,
o sociedad sólida…
Es cierto que hoy no abunda la
referencia a la utopía y la aportación a hacer posible que las cosas cambien,
pero no podemos renunciar a la posibilidad.
Vencer los miedos es la condición
indispensable para poder avanzar.
Deseo, pues, que el nuevo curso sea para todos una nueva ocasión de aportar algo para que “lo que aún no es, pueda llegar a ser” …
No hay comentarios:
Publicar un comentario