Leer
a Séneca…
Hoy he
querido servirme de Séneca para escribir esta Puntilla. Vuelvo a él con frecuencia desde que lo descubrí en mis estudios de
filosofía.
Nacido
en Córdoba el año 4 antes de Cristo, murió el 65 de la era cristiana y enseñó,
a quien quiera seguirle, que la sabiduría y la virtud
son la auténtica meta de la vida moral, que es el máximo valor que pueden tener
las personas, Vaya, que la ética por encima de todo…
Mensaje, pues, muy importante en los
momentos que nos toca vivir.
Por eso, repasemos, a manera de
ejemplo, tres afirmaciones del filósofo cordobés:
–el mayor
deber de la sabiduría, y su mejor indicio, es que los hechos concuerden con las
palabras…
–la sensatez no se toma prestada, ni se
compra, y creo que si estuviera en venta, no tendría comprador. La insensatez,
sin embargo, se compra cada día…
–Viene más al caso lo que piensas de ti
mismo que lo que piensan los demás, porque la admiración de los indecentes no
se puede alcanzar más que por razones indecentes…
Cuando
he estado un rato dando vueltas a estos pensamientos, para interiorizarlos, ha
venido también a mi mente el inolvidable Antonio Machado para recordarme, y
recordar a todos mis lectores, caminante no hay camino, se hace camino al
andar… y he pensado que para la, más que necesaria, revalorización ética de
nuestra sociedad y de nuestra convivencia todos somos imprescindibles…
Séneca, para acabar, me ha recordado; Quien
vive es quien es útil a muchos, y en cuanto a aquellos que se esconden y están
en sus casas como en un sepulcro, en el umbral de su casa podría escribirse: <se
adelantaron a su propia muerte…>
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