Marzo
en perspectiva...
Ha comenzado el mes de marzo y es mal
presagio saber que su nombre deriva del dios Marte, dios romano de la guerra…
No cabe duda de que una mirada realista
al mundo en que vivimos nos hace caer en la cuenta de la inestabilidad de la
paz, y más aún cuando uno de los imperios más notables está gobernado por un
loco, ambicioso de protagonismo.
Los enfrentamientos bélicos no cesan, y
ahí están Ucrania, Israel, Palestina, Siria, y otros varios lugares, sobre todo
en África, que generan que la situación geopolítica de la tierra sea actualmente
muy compleja.
Por otra parte, y en otro orden de
cosas, marzo, y en concreto el día 8, siempre se estrena con la conmemoración
del Día internacional de la Mujer trabajadora (expresión, por otra parte, que
se intenta degradar mediante el simple nombre de Día internacional de la
mujer…, con la pretensión de olvidar cómo y por qué surgió esta conmemoración…)
Por otra parte, hoy la celebración del
8 de marzo tiene pleno sentido si es una reivindicación activa para que las
mujeres tengan las mismas condiciones laborales que los hombres y puedan
conciliar su vida laboral con su vida familiar y personal; para que cesen los
maltratos físicos y psicológicos, y los abusos y violencias que sufren muchas de
ellas, en detrimento de su dignidad, y para que en las diferentes iglesias,
sobre todo en la católica, sean reconocidas su igualdad y su dignidad en
relación con los hombres.
Marzo nos traerá, a la vez, la venida
de la primavera, y es un buen augurio caer en la cuenta de que, así como la
naturaleza renueva y aporta nueva vida a los campos, así también cada ser
humano puede aportar lo mejor de sí mismo para el bien de todos.
Buen mes de marzo.
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