Oír,
creer, dudar y comprobar…
Hace ya unos años, un día, en clase,
dije a mis alumnos: No
creáis todo lo que oigáis, ni oigáis todo lo que quieren que creáis…
Pienso
que este consejo hoy obtiene más actualidad que nunca.
Con la explosión de los medios tecnológicos,
que facilitan que cada cual pueda ser emisor de mensajes, creo que es necesario
más que nunca apelar a la actitud crítica de loa lectores y oyentes frente a la
comunicación que se les ofrece.
Las noticias falsas (fake news),
la desinformación y el recurso a canales muy controvertidos y carentes de rigor
como Tik Tok o Instagram,
enrarecen aún más la información veraz.
Ante estos hechos es muy peligroso que
la desinformación se convierta en normalidad y que los medios de acceso a la
información sean vistos como sospechosos de estar alterados para manipular la opinión
pública.
Por todo ello, además de que cada cual
de los lectores u oyentes tenga que mantener en una fase de no dogmatizar y
extender las opiniones recibidas como se fueran la auténtica i completa verdad,
los medios tendrán que generar plataformas de verificación para no difundir y
si es necesario desmentir, noticias e informaciones que no respondan a la realidad.
Hay dos factores, sobre todo, que
facilitan las desinformaciones: el mundo de las emociones (sobre todo la
indignación partidista) y la deficiente actitud ética en la manipulación de los
lectores y oyentes.
Una deficiente actitud ética que hay
que atribuir también a la actitud instrumentalizadora de los medios que se
practica des el gobierno de turno, sobre todo mediante las subvenciones económicas.
Es, pues, muy urgente, sobre todo desde
las escuelas, que se enseñe a los alumnos a saber desenvolverse en este mundo
de la comunicación. Mi consejo sigue siendo muy válido: no creáis todo lo
que oigáis o leáis, ni oigáis o leáis todo lo que quieren que creáis o leáis…
Comprobar-lo todo y quedaos con lo que más se acerque a la verdad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario