CONTRACORRIENTE
Me gusta conocer el origen de los dichos, refranes y proverbios tan abundantes en nuestras lenguas, aunque con frecuencia desafortunadamente olvidados...
Hoy, por ejemplo, me voy a detener en locuciones como ir contra corriente, vivir contra corriente, luchar contra corriente..., o sea, la actitud de manifestarse en oposición a la opinión o costumbre generalizada sobre un hecho o conducta, y vivir, de alguna manera, contra los dictados e imposiciones de una cultura dominante.
El origen de la expresión parece ser que tiene que ver con las enseñanzas de la naturaleza en la conducta de los salmones y otras especies que nacen en agua dulce y van luego a parar al mar, pero que cuando llega el momento del apareamiento nadan río arriba contracorriente para reproducirse en sus aguas dulces de origen...
En contra de una gran parte de la opinión general, ir contracorriente no es simplemente un acto de rebeldía, sino el hecho positivo de vivir de acuerdo con unos valores diferentes a los que se constituyen como norma general, a la vez que se lucha por conseguirlos, aunque este hecho, como les pasa a los salmones, comporte grandes riesgos...
Es conocido cuantos salmones pierden la vida en su intento de alumbrar nuevas vidas, enseñándonos que la gestación de nuevos valores tiene siempre un precio...
La imposición del pensamiento único, con la pretensión de que lo que hay (en la sociedad y en la iglesia) no es muy bueno, pero es hoy lo único posible, significa, evidentemente, la muerte de las utopías,,,
Y es obvio que todas las conquistas y avances de la sociedad y de las instituciones de todo tipo se han conseguido siempre contracorriente, porque es el coraje de luchar contracorriente el único que es capaz de incidir y transformar de manera positiva la sociedad.
La creatividad nace siempre de los afanes y esfuerzos de quienes están dispuestos a ir contracorriente...
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