Dudas...
A lo largo de la historia ha habito personajes, reales o
no, que han pasado al conocimiento colectivo como autores de frases célebres
que sintetizan toda una manera de hacer o pensar…
Por
ejemplo, un tal Tomás con su proclama: si
no lo veo, no lo creo…Y pasó a la historia como el prototipo del
desconfiado y el defensor del culto de adoración absoluta y exclusiva a la limitada
inteligencia humana…
Y hoy Tomás
tiene buenos y fieles seguidores en la conducta de muchas personas que no
admiten otro criterio que el de tu a mí no me
engañas ni me embaucas…
El
problema, si lo analizamos a fondo, no es problema de fe o de no fe… sino de aparecer uno tan seguro en su
vida, y tan certero y acertado en sus análisis, que sólo se admite lo que uno
piensa que con su inteligencia puede elaborar y admitir.
Pascal, por
su parte, también pasó a la historia por su conocida frase de que en ocasiones el corazón tiene sus razones que la razón no conoce…
con lo cual abrió una incisión en la absoluta y exclusiva fe de Tomás en sus propios ojos…
Por otra parte, hoy las dudas de Tomás han adquirido una vertiente universal que se va imponiendo en una sociedad enferma y muy poco crítica: hemos entrado en una fase de total desconfianza de unos hacia los otros… Es la sociedad de la duda y de la sospecha permanentes…
Y así nos va…
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