Indiferencia...
No cabe duda de que una de las
características de la sociedad postmoderna en la que estamos inmersos es la
indiferencia, y no me refiero solamente, por supuesto, a la indiferencia
religiosa…
Los indiferentes son los despreocupados,
es decir, aquellos que frente a valores que eran tenidos como tales, hoy no se
pronuncian ni a favor, ni en contra…
La indiferencia, más que una ideología,
es una mentalidad, una actitud, es decir, una manera de afrontar la vida.
Y ¿cuáles son las situaciones que nos
conducen a esta indiferencia?
–El alejamiento progresivo de
situaciones que hasta ahora se tenían como valiosas
–La adquisición de nuevos compromisos
sociales, culturales o políticos, que nos empujan a dejar de lado conductas y actitudes
que antes valorábamos.
–La presión de los medios audiovisuales,
generadores, sobre todo, de una gran indiferencia cultural
–La carencia de actitudes críticas
frente a toda clase de falsos ídolos…
La lista podría alargarse…
Son ya demasiadas las personas que
aparecen insensibles e indiferentes ante situaciones que necesitan
intervenciones urgentes…
Bueno será recordar que lo más triste en la
vida no es morirse, sino no haber aprovechado el tiempo para vivir…; y en la
indiferencia no se vive, se vegeta…
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