De Pascua y pascuas...
En conexión con el pesaj,
o tránsito hebreo, palabra de la que deriva la palabra pascua, este domingo, y en algunos días sucesivos,
multiplicaremos hasta la saciedad el uso de esta palabra.
Aparte
de desearnos buena
Pascua, o, si se quiere, buenas Pascuas, hablaremos también de tener cara de Pascua, sinónimo de persona risueña, satisfecha y
bullanguera; o de estar
o irse más alegre que unas Pascuas, expresión utilizada ya por Cervantes.
Pero
también hay que tener en cuenta que hacerle
a uno la Pascua, no es, precisamente, sinónimo de hacerle a uno
regalos o un favor, sino todo lo contrario…
Acabar
una conversación con …y
santas Pascuas es, por otra parte, signo de conformidad o de que
algo se da por zanjado…
Los
agricultores tienen también sus mensajes pascuales, y si Pascua lluviosa, añada
granada, pero si llueve demasiado, ni paja, ni
grano…
En este abundante vocabulario pascual, por otra
parte, no puede faltar, sobre todo en Catalunya, la mona de Pascua, que
ha de entregar el padrino de bautismo a su ahijada o ahijado…
En su
origen, el regalo pascual era un serón de frutas secas, o unos huevos, y más
tarde empezaron a prepararse unas tortas en las que se incrustaban tantos
huevos como años tuviera la ahijada o ahijado, por lo menos hasta los doce
años. Luego surgió la idea de coronar el
pastel con la figura burlona de un mico (y de ahí el nombre de mona…)
Para acabar este repaso pascual cabe
no olvidar que sobre dos cosas iguales o similares se dice tal para cual, Pascuala con
Pascual…
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