La
soledad del corredor de fondo
En mis estudios de periodismo tuve la
gran suerte de tener un excelente profesor de literatura que nos hizo leer y
comentar una lista espléndida de libros, y entre ellos un curioso libro de
relatos, encabezado por el que da título al libro: La
soledad del corredor de fondo, del
autor inglés Alan Sillitoe.
Smith es un adolescente pobre que es
detenido por robar en una panadería, es conducido a un reformatorio, y allí
busca consuelo participando en carreras de larga distancia, hecho que
aprovechan las autoridades del centro para que participe en una competición, ya
que si gana sería una gran victoria para el prestigio de los dirigentes del
reformatorio…
Smith después de ir primero desde el
principio, y a larga distancia de sus seguidores, de repente se para y se niega
a seguir, dejando que los otros participantes le pasen, y pierde la carrera…
Para nosotros, futuros periodistas, el
profesor pretendía enseñarnos que nuestro trabajo tenía que rehusar los
intereses interesados de las empresas, y servir y denunciar las causas de
nuestros lectores…
La enseñanza de este libro se puede
extender también a todas las personas que con su esfuerzo y dedicación han de mostrarse
siempre críticas sobre a qué, o a quién, están favoreciendo…
Una observación atenta de lo que está
pasando hoy a nuestro alrededor nos hace caer en la cuenta de que abundan las
personas de buena voluntad que se dedican a causas dignas de elogio y son
manejadas por intereses bastardos de quienes no dudan en servirse de sus
esfuerzos y dedicación
Necesitamos, pues, sin duda, que muchos
corredores de fondo se
rebelen contra tantas manipulaciones interesadas, aunque, como aquel muchacho,
tengan que pagar un precio muy doloroso…
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