Gratuidad
En una novela muy conocida del escritor francés
Bernanos uno de los personajes, haciendo un repaso de su vida, acaba con una
expresión muy notable para resumir su paso por el mundo: todo es gracia,
todo es gratuito…
Hoy, sin
embargo, en una sociedad motivada por intereses, negocios, especulaciones y
toda clase de pillerías interesadas en beneficio propio, la gratuidad no tiene
demasiada buena prensa…
Sin embargo, una visión atenta y
agradecida de la vida nos da a entender que son muchas y variadas las cosas que
recibimos gratuitamente, empezando por la vida misma. ¿Qué méritos hemos hecho
para nacer? ¿No es la gratuidad de otros la que ha favorecido tantas veces
nuestra propia existencia?
Lo que gratis se ha recibido, gratis
debería ser compartido, pero no siempre es así, y esa es, sin duda, la causa de
que tantas y tantas cosas no vayan bien.
Es preciso, por tanto, una llamada a la
recuperación de la gratuidad, si realmente queremos mejorar las relaciones
humanas y la buena convivencia.
Ya de pequeños, los de mi generación,
aprendíamos en aquellos libros hoy extinguidos de urbanidad y buenas maneras,
que de ser bien nacidos es ser agradecidos, y no cabe duda de que hoy
son demasiado los mal nacidos…
La
conocida y espléndida canción de Mercedes Sosa, gracias por la vida que me
ha dado tanto, debería resonar de manera permanente en nuestro interior…
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