viernes, 19 de junio de 2020

ENCUENTRO CON EL SILENCIO - La Puntilla - 21 de junio de 2020


ENCUENTRO CON EL SILENCIO

Ahora que el confinamiento ya empieza a ser historia pasada, he querido hacer una pequeña encuesta entre mis amistades para requerir qué conclusiones habían sacado de estos días encerrados en sus casas...

Está claro que las respuestas han sido,como cabía esperar, muchas y muy variadas, pero puestos a elegir me quedo con un párrafo de una persona amiga.

Dice: la verdad es que estos días, con tantas horas libres, he descubierto, sobre todo, las grandes ventajas de poder disponer de tiempos de silencio: tiempos para quedarme sola conmigo misma, sin más ruido que la voz de mi interior y de mi conciencia...

La verdad es que esta respuesta me ha causado una grata sorpresa, porque en una sociedad en la que el silencio parece ser un intruso al que hay que eludir, y en la que prevalecen el ruido y el bullicio, que alguien descubra y reivindique el valioso valor de encontrar espacios para escucharnos y dialogar con nosotros mismos, creo que es una grata noticia.

Es cierto que la palabra está hecha para mejorar el silencio, pero esto no siempre es así, porque hay silencios que son mucho más interesantes, e incluso elocuentes, que muchas palabras.

Naturalmente no estoy reivindicando el silencio cobarde y miedoso, ni tampoco el silencio equívoco de quien calla, otorga, sino que hablo del silencio que nutre la sabiduría, engendra las palabras más profundas y fortalece la ética en la conducta. Hablo, en una palabra, del silencio donde anidan la sinceridad y el amor más genuinos y autènticos...

Dijo Einstein en una ocasión que cuando se sumergía en el silencio, la verdad le era revelada, y es que es también en el silencio donde mejor nos acercamos a la verdad de nosotros mismos.

Lo expresó también muy bien Paulo Coelho al escribir: En muchos momentos de la vida, el silencio es la respuesta más sabia...

Enhorabuena, pues, a mi interlocutora por haberme hecho partícipe del descubrimiento del silencio...

viernes, 12 de junio de 2020

INCIERTA NORMALIDAD - La Puntilla - 14 de junio de 2020


INCIERTA NORMALIDAD

Un oxímoron es una figura retórica que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto.

Ahora parece que está muy de moda jugar a esta retórica, y así oímos hablar, por ejemplo, de altibajos, agridulce, muertos vivientes, o realidades virtuales, y ya san Juan de la Cruz escribió sobre la soledad sonora...

Abordo este tema porque parece que ahora, después de la pandemia, hemos entrado en una etapa en que andamos un poco perdidos en busca del oxímoron más acertado para denominarla, y no sabemos si hablar de normalidad anormal, o de anormalidad normal...

En el fondo de esta duda está claro que somos muchos a los que no nos agrada hablar, sin más, de la vuelta a la normalidad, y existe un anhelo común de que muchas cosas no vuelvan a ser como antes...

Ahora bien, los anhelos son legítimos, pero no podemos soñar despiertos, ni limitarnos a ser buenos perdedores, porque de esta manera emprenderemos solamente un viaje a ninguna parte... Y viva el oxímoron...

La vida no está hecha solamente de deseos, sino de actos, y no basta con querer, sino que es preciso actuar. Las palabras no cambian las cosas y desear una realidad no significa modificarla...

Si desaprovechamos las lecciones que nos ha dado el coronavirus nos habrá vencido socialmente, aunque no nos haya infectado individualmente.  Y sería  una pérdida histórica importante.


sábado, 6 de junio de 2020

PROMESAS AL VIENTO - La Puntilla - 7 de junio 2020


PROMESAS AL VIENTO

Como era de esperar ha comenzado una feroz campaña de adormecimiento...

Conscientes de la grave situación económica en que nos ha dejado la pandemia del Covid-19, Europa y los gobiernos estatales y autonòmicos se apresuran estos días a  lanzar al viento promesas y más promesas...

Habrá, se dice. millones y millones para el sector automovilístico, los agricultores, los pescadores, la cultura, la sanidad, la educación...

Se pretende generar de esta manera en los individuos y en los colectivos la tranquilidad del pide y se te dará...  Y sería muy recomendable, al respecto, recordar las escenas de la ácida película de Berlanga, Bienvenido Mr. Marshall, en relación con las promesas de la ayuda norteamericana...

Porque luego, cuando sales a la calle, te encuentras con que José ha tenido que cerrar su pequeño comercio, a María no le han pagado el ERTE porque estaba mal gestionado, Julián y Rosa tienen que pedir a Càritas comida para poder subsistir, Milagros, Manuel y cientos más han perdido sus puestos de trabajo..., y así cientos y cientos de hombres y mujeres...

Yo digo lo que he visto - decía el gran poeta León Felipe-  y he visto que  los gritos de angustia de mi pueblo los ahogan con cuentos... Y esto es, ni más ni menos, lo que está comenzando a pasar...

Abogo, pues, por hacer una llamada al compromiso y la acción concreta, más allá de tanos cuentos y promesas vanas...

Piense cada uno, por ejemplo, a qué persona concreta que necesite algo puede acercarse para ofrecerle afecto, cariño, comida o dinero, y únase a una causa común de denuncia y acción para que la solidaridad derive en hechos y realidades efectivas... Lo que no consiga el pueblo no se lo darán los gobiernos...

Es hora, pues, de volver a recordar la conocida consigna: muchas personas, haciendo cosas pequeñas, en lugares pequeños, pueden ir cambiando el mundo...

¿Quién se apunta?

sábado, 30 de mayo de 2020

Sentido colectivo - La Puntilla - 31 de mayo de 2020





Sentido colectivo

Los más optimistas pensaban que las cosas, al menos algunas, iban a cambiar después del Covid-19, pero no se auguran buenas perspectivas…

Una vez se ha aflojado el temor al virus y se han abierto paulatinamente las puertas del confinamiento se ha podido comprobar, por ejemplo, que la cultura del sentido colectivo está todavía bastante alejada de nuestra práctica habitual.

Privan el individualismo y la irresponsabilidad social como praxis excesivamente repetida en nuestra manera de actuar…

Imágenes ofrecidas estos días en los medios de comunicación han mostrado que en muchos ciudadanos el interés y la preocupación por los demás está ausente de sus vidas.

¡Qué rápidamente se han olvidado los miles de muertes que ha provocado no sólo la pandemia, sino también la situación precaria del sistema sanitario, la densidad de nuestras ciudades, el caos urbanístico, las constantes agresiones a la naturaleza, y la injusta distribución de los bienes materiales...!

Se han visto manifestaciones politizadas sin guardar la debida distancia y seguridad, y hemos observado innumerables personas sin mascarillas, a la vez que bares y playas se llenan sin guardar las debidas precauciones…

Ha prevalecido la cultura del mientras a mí no me pase nada, allá los demás, y si me pasa, mala suerte… Y nos llenamos la boca, quizá, proclamando que la mayoría ha sido muy responsable…, aunque nosotros no hayamos actuado como esa mayoría…

Y si ahora más que nunca hay que volver a solicitar el sentido colectivo de la convivencia y la cultura de la solidaridad es porque la que nos va a caer en el ámbito de la economía va a ser mucho más punzante que el desdichado Covid-19…

Siempre me ha hecho pensar una frase de Luther King: Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos...

sábado, 23 de mayo de 2020

SUEÑOS - La Puntilla, 24 de mayo de 2020



SUEÑOS

Una de las piezas literarias señeras en la historia de los Estados Unidos es, sin duda, el famoso sueño de Martin Luther King.

El 28 de agosto de 1963, ante más de 200.000 personas, en la denominada Gran marcha sobre Washington, King lanzaba su famoso discurso reivindicativo Tengo un sueño, que le llevaría a la muerte casi cinco años más tarde, el 4 de abril de 1968.

Evoco hoy este hito histórico porque, tras ya más de dos meses de confinamiento, he podido leer estos días muchos y variados sueños de personas que, en el deseo, auguran un mundo distinto después de esta pandemia.

La lista de sueños y deseos es muy amplia e implican, en resumen, profundos cambios radicales, estructurales, sociales, ecológicos, religiosos, etc. 

Es obvio que el Covid-19 ha sido un mazazo de alerta sobre el mundo y nos ha hecho ver que muchas cosas no iban bien. Que no podemos seguir maltratando la casa común de la tierra, que no pueden ser los bienes materiales los máximos árbitros de la convivencia, que ha de ser el respeto y el trato igualitario entre las personas la garantía de la paz.

Estos días todos hemos soñado en un mundo más humano, más justo, más feliz...

¿Se irán haciendo realidad algunos de nuestros sueños?

En el drama más famoso de la literatura en lengua castellana (La vida es sueño), Segismundo, en su célebre soliloquio, acuñó la famosa frase que advierte que los sueños, sueños son...Y en muchos casos, por desgracia, será una realidad...

Otros, sin embargo, advirtieron, en su momento, que el futuro pertenece a los que creen en la belleza de sus sueños... Y no cabe duda que muchos de los sueños que se han manifestado en estos días de confinamiento están dotados de una sugestiva belleza...

Pero yo, como un signo de esperanza, y, a la vez, como un reto que a todos nos atañe, me quedaría con la consigna de Paulo Coelho: nunca desistas de un sueño, pero trata de ver las señales que te llevan a él....y síguelas...

sábado, 16 de mayo de 2020

DISTANCIAS - La Puntilla - 17 de mayo de 2020



DISTANCIAS

Las recomendaciones para evitar los contagios del Covid-19 insisten en evitar la proximidad entre las personas. Y el símbolo no puede ser más desalentador. Porque si de algo padecía ya nuestra convivencia era precisamente de una creciente lejanía entre las personas...

Se me dirá, lógicamente, que una cosa es el acercamiento físico y otra muy distinta la empatía y la preocupación por los demás, y es cierto, pero cuidado con la simbología...

Qué veremos, ¿unas personas extraña y temporalmente distanciadas entre sí, o la expresión pública de unas personas que se ignoran y se distancian de manera permanente?

Siempre he pensado que el amor al prójimo era la expresión de intentar hacer próximo al que está lejos, y creo que ahora más que nunca, y más allá de motivaciones religiosas, es el momento de ejercitar esta necesaria proximidad.

Tras la pandemia habrá, ciertamente, que reinventar muchas cosas, y será bueno proveerse del suficiente equipaje de pensamiento para fomentar nuestra creatividad.

Por ejemplo:

- recordar y convencerse de que una cosa es la distancia y otra muy distinta estar lejos...

- que las distancias pueden ser temporales, pero que el amor auténtico no conoce fronteras ni distancias...

- que de quien hay que tomar distancia muy acertadamente, y en muchas ocasiones, es de sí mismo...

- que lo que verdaderamente separa a las personas no son las distancias, sino las actitudes

- que la distancia no es la ausencia ni el olvido...

- que los mensajes electrónicos inertes nunca pueden suplir la intimidad y los matices de una voz

        Guardemos las distancias, pero no matemos el valor de la cercanía personal

sábado, 9 de mayo de 2020

LÍMITES - La Puntilla - 10 de mayo de 2020



LÍMITES


Hay palabras en el diccionario que no suelen gustar al ser humano. Por ejemplo, la palabra límite y algunos de sus sinónimos como coto, limitación, tope, etc. 

El espectacular desarrollo tecnológico de los últimos tiempos había hecho crecer, sobre todo entre las generaciones más recientes, la idea de que las realidades ya no tenían límites...

Pero he aquí que una realidad tan diminuta como un virus nos ha hecho caer en la cuenta, a todos, de que las limitaciones de todo tipo existen.

Y he aquí una de las mejores experiencias que podemos entresacar de esta pandemia que estamos viviendo.

Porque estamos comprobando que

–el ser humano no es omnipotente
–el consumismo tiene sus límites
–la sociedad competitiva deshumaniza
–el pansexualismo degrada el amor verdadero
–la cuantificación no se corresponde con la cualificación
–el futuro nadie lo tiene asegurado
–la autoestima exagerada no es una virtud sino un engaño
–el dinero y el poder no acarrean necesariamente la felicidad
–la ciencia tiene sus límites
–el bienestar no sólo tiene identidad material...

La lista podría alargarse casi indefinidamente y será  muy positivo que cada cual plasme en un papel las experiencias interiores vividas durante estos ya largos días...

Si la historia es maestra de la vida alguien se encargará algún día de comprobar en el futuro qué aprendió de la pandemia del Covid-19 aquella generación del año 2020, o sea nosotros.