RECORDAR
Noviembre es un mes que nos invita a recordar, pese a que no falte nunca quien nos diga que de recuerdos no se vive...
El hecho de que por influencia de la cultura cristiana el mes comience prácticamente con la memoria de las personas difuntas que han significado algo en nuestra vida es ya, de por sí, una invitación a recordarlas....
Pero recordar no es solamente recordar personas, ya que, de hecho, si nos atenemos a definición de diccionario, recordar es traer a la memoria propia algo percibido, aprendido o conocido... No sólo personas, sino también gestos, hechos y situaciones...
Por otra parte, resulta también muy útil conocer la raíz etimológica de la palabra ya que re es un prefijo que indica otra vez o de nuevo, y cordar alude al cardio, que es la palabra latina que significa corazón... Recordar, pues, podría definirse como volver a pasar por el corazón..., y esto hoy, en una sociedad que se rige por el mundo de las emociones, es útil tenerlo en cuenta.
¿Cuántas cosas existen en la vida que convendría, de vez en cuando, volver a pasarlas por el corazón? ¿Cuántas personas han existido y existen a nuestro más íntimo alrededor que no merecen estar ausentes de nuestro recuerdo y de nuestra gratitud?
Decir que de recuerdos no se vive puede ser cierto si los recuerdos se convierten solamente en nostalgias, o en excusas para vivir del pasado. Pero hay también recuerdos de personas y de situaciones que nutren nuestro espíritu y constituyen un aprendizaje y un estímulo.
De hecho una de las máximas aspiraciones en la vida de las personas suele ser merecer ser recordadas... sobre todo si su recuerdo permanece por los hechos positivos que realizaron...
Noviembre nos ofrece una buena oportunidad para recordar que quienes resultan incapaces de recordar sus errores suelen estar expuestos a repetir los mismos errores...
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