FILOSOFÍA
Seguramente que, para muchos, el pasado jueves, día 21, fue un día más. Sin embargo, y desde hace ya unos cuantos años, la Unesco viene promoviendo, año tras año, que el tercer jueves del mes de noviembre se celebre el Día de la Filosofía...
Malos tiempos, los actuales, para la filosofía, cuando, incluso, se ha arrinconado de las escuelas la asignatura, y así les va a las nuevas generaciones...
La filosofía es, en principio, y como tal se la conoce, el amor a la sabiduría, y hoy parece que los amores van hacia otros rumbos...
Filósofos y pensadores son, por definición, quienes anhelan buscar la verdad para proponersela a los demás. O, dicho de otra manera, aquellos que han de ayudarnos a reflexionar con datos que estén más allá de las opiniones banales y superficiales.
La filosofía es la ciencia que nos ayuda a elaborar una voz crítica frente a los grandes interrogantes que se plantea el ser humano.
Y si una institución como la Unesco reivindica el papel de la filosofía es porque hoy son muchos los sociólogos que detectan entre la población, y sobre todo en las generaciones más jóvenes, una gran dosis de pensamiento líquido, es decir poco sólido, frente a los retos que nos plantean los nuevos tiempos.
Hoy la técnica, la productividad y la exclusiva búsqueda de la rentabilidad econòmica han deshumanizado de tal manera al ser humano que ha perdido el norte de su existencia.
Habrá, por lo tanto, que seguir promoviendo y capacitando la capacidad de asombro, ya que, como ya dijo Aristóteles, por el asombro el ser humano comenzó a filosofar; a la par que Ortega y Gasset afirmaba que sorprenderse y extrañarse es comenzar a entender...
No dejemos, pues, nunca de asombrarnos frente a la realidad para seguir buscando respuestas que nos acerquen a la verdad.
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