LA POSTPANDEMIA
Hay un clamor unánime: la
pandemia del Covid-19 nos ha enfermado no sólo corporalmente, sino también psicológicamente y tendremos que enfrentarnos a una sociedad enferma.
El diagnóstico parece claro, pero
qué indicios aparecen, y qué remedios hay que aplicar?
Los indicios son múltiples y
variados, pero podemos sintetizarlos en tres bloques:
-
En el mundo del pensamiento, la subjetividad se ha impuesto sobre la
objetividad y los radicalismos sobre la coherencia. Las razones han sido
superadas por las pasiones y los prejuicios ideológicos ganan la batalla.
-
En el ámbito de la vida social y política es bastante obvio que los populismos
y las ideologías contradictorias han encontrado un favorable caldo de cultivo,
llevando al extremo las contradicciones interesadas.
-Y
en el campo personal e individual, los miedos, las frustraciones, las amarguras
y los resentimientos han aflorado de tal manera que han alterado el ámbito
psicológico de muchas personas.
¿Qué
hacer entonces frente a toda esta situación?
Los
remedios no resultan fáciles, pero podemos sintetizarlos, también, en tres
apartados:
-
En relación al pensamiento, se impone la
necesidad de volver a la razón y a la reflexión no apasionada, afianzando la
coherencia y el sentido humanista y solidario
-
En relación a la regeneración social y política de la postpandemia, con todos
los daños sociales que habrá que afrontar, es necesario e imprescindible
colaborar con todas nuestras fuerzas, sobre todo en favor de los más débiles
-
Y a nivel personal se impone la necesidad de buscar espacios de reflexión (y si
es preciso con ayuda de profesionales) para trabajar, desde el interior de las
personas, la recuperación del equilibrio racional, por encima de las
subjetividades emocionales.
Nos
queda por delante una tarea ardua y difícil, pero también apasionante…
Manel crec que lo pitjor de la pandemia es el nostre trantorn mental, No es pot admetre que aquest virus ens faci arribar a situacions no gaire normals, <estic vacunada pero aixos no treu perque senti dolors abdominals, davant les morts de persones sanes i que no tenien pas ganes de marxar d'aquest mon Una abraçada
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