Luna
Entre las noticias de esta última y
agitada semana, la foto de Luna, una chica de la Cruz Roja, de 20 años de edad,
abrazada a un senegalés exhausto que acababa de llegar a Ceuta a través del
mar, ha ocupado el primer plano de la actualidad.
Pero Luna no ha sido solamente noticia
por su noble gesto de acogida, sino por la repercusión negativa que le ha
comportado su actitud, hasta el punto de tener que abandonar su presencia en
las redes sociales por la cantidad de insultos e injustas críticas que ha
recibido.
Y una vez más hay que preguntarse: ¿en
que sociedad vivimos?
Porque queda claro, desgraciadamente,
que nos hallamos en una sociedad aquejada en gran parte por la miseria
material, la miseria moral y la miseria espiritual.
La miseria material, generada por un capitalismo
salvaje que subordina el ser humano a los intereses egoístas y materiales de
unos pocos es obvia y cada vez más dominante.
La miseria moral, por otra parte, se
halla en la raíz de todos los comportamientos inhumanos. Cuando las personas
abandonamos el mínimo principio ético de tratar a las personas como quisiéramos
ser tratados nosotros entramos en la ley de la selva de « el hombre lobo para el hombre »
Y cuando la degradación abarca también la razón y la
sensibilidad propias del ser humano, nacidas y alimentadas mediante el cultivo
interior de la persona, el caos es ya imparable…
Hace ya tiempo que viene hablándose de
la sociedad de la sospecha, expresión
que indica que hemos llegado a tal grado de desconfianza mutua que ya nadie se
cree que las cosas se pueden hacer a
fondo perdido…Pero pienso que ahora la degradación ha avanzado ya un poco
más: ahora son ya demasiados los que creen que que el ser humano ya no es ni
siquiera humano, sino un monstruo depredador…Y se comportan como tales.
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